El principado de Skay se extiende a Neuquén

NEUQUEN (AN).- Los fanáticos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota cumplieron este año un sueño glorioso cuando el «Indio» anunció su tan ansiado retorno. Sueño que tendrá punto de ebullición en su ciudad, la de las diagonales, el 12 y 13 de noviembre, cuando se encuentre con su tribu en el Estadio Unico de La Plata. Pero a no desesperarse los frenéticos «ricoteros» de la región, porque a estas tierras llegará la otra pata de la legendaria banda que dejó de existir allá por el 2001: el guitarrista Skay Beilinson.

El 4 de agosto de 2001 «Un ángel para tu soledad» cerraba, en el Chateau Carreras de Córdoba, una de las páginas más gloriosas del rock argentino. Los magníficos Redonditos le decían adiós a su pueblo, y desde ese momento el «Indio», cantante y frontman, se encerraba en un hermético silencio que le duró hasta el año pasado, cuando editó su primer disco solista, «El tesoro de los inocentes», y anunció un par de recitales para finales de 2005.

Skay Beilinson llegará a Neuquén el sábado 8 de octubre para presentarse en el boliche de avenida Olascoaga al fondo, mientras que 48 horas más tarde lo hará en Junín de los Andes, en una disco de avenida Costanera y Chile. Con él arribará la leyenda, el misticismo del grupo que marcó una época, y a propios y extraños.

Porque si bien se sabe que Skay nunca dejó de trabajar en la música, en la región disfrutarlo fue una utopía hasta ahora, aun sabiendo que en su etapa de solista ya editó dos discos -«A través del mar de los Sargazos», de 2002, y «Talismán», de 2004- y s habla que está en proceso de confeccionar otro trabajo discográfico.

Skay es un personaje muy peculiar, esos que da la impresión de ser rebeldes sin causa. Dicen quienes lo conocen que ya en el '67, rumbo a Sudáfrica en barco con sus padres, ganó un concurso tocando la guitarra. El premio fue un pasaje a Europa que le cambiaría la vida, porque en París participaría de revueltas estudiantiles -resabios del Mayo Francés-, estaría preso y sería deportado. En Londres, junto a su hermano, se empaparía de rock y psicodelia -Jimi Hendrix de por medio-.

Luego vendría la parte más conocida de su biografía. Conocería y se enamoraría de «La Negra» Poly, se hermanaría con el «Indio» Solari y le pondría sello propio a una tribu que hasta hoy sigue vigente.

Muchos sueñan despiertos con la ansiada reunión. Por lo pronto, disfruten a Skay.