El príncipe Rainiero se aferra a la vida
El gobernante de Mónaco continúa internado en terapia intensiva al agravarse sus problemas cardíacos, pulmonares y renales.
MONACO (AP).- El príncipe Rainiero se aferraba ayer a la vida en un hospital de este enclave mediterráneo, en tanto que sus médicos no podían precisar si el gobernante de 81 años sobreviviría a sus problemas cardíacos, pulmonares y renales.
El príncipe continuaba conectado a un respirador en una unidad de terapia intensiva del principado y su estado de salud «continuaba siendo motivo de preocupación'', dijeron tres de sus facultativos en un nuevo boletín médico.
El texto añadió que los especialistas se reservaban sus pronósticos acerca del curso de la enfermedad, indicio de que no estaban seguros de que el mandatario se recuperará. «Debido a la fragilidad de sus funciones cardíacas, respiratorias y renales, el pronóstico vital continúa reservado'', dijo la declaración.
El texto agregó que debido a «la gravedad de la situación'', fue traído de París el especialista Jean-Charles Piette, director de medicina interna del hospital La Pitie Salpetriere de París, quien examinó a Rainiero la noche del jueves, dijo el vocero de palacio Armand Deusá Piette y los médicos decidieron que el príncipe debe continuar su actual tratamiento.
Rainiero fue hospitalizado hace más de dos semanas con una infección del pecho. Su estado empeoró súbitamente el martes, y luego fue transferido a terapia intensiva del Centro Cardiotorácico de Mónaco.
Un profesor de medicina interna de París, Boyan Christophorov, dijo que el texto del boletín médico indicaba que los médicos temían por la vida del príncipe.
«Las palabras que se utilizan en esos boletines son sopesadas cuidadosamente. El hecho de que el pronóstico vital del paciente sea reservado significa que su vida está gravemente amenazada'', declaró el profesor.
Por otra parte, el príncipe heredero Alberto, la princesa Carolina y su esposo, el príncipe Ernesto de Hannover, se asomaron ayer por la noche al balcón del Palacio principesco de Mónaco, al paso de la procesión del Viernes Santo.
El príncipe Alberto se persignó en el momento en que los cincuenta penitentes pasaban frente al balcón. El oficiante de la procesión, en un breve mensaje leído en el momento en que un paso del Cristo yacente pasaba por delante pidió, entre otras cosas oraciones «por los hombres que sufren, por los enfermos».
MONACO (AP).- El príncipe Rainiero se aferraba ayer a la vida en un hospital de este enclave mediterráneo, en tanto que sus médicos no podían precisar si el gobernante de 81 años sobreviviría a sus problemas cardíacos, pulmonares y renales.
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