El PRO dirime su interna mientras mira a Scioli

Dudas por el rol de Michetti y acuerdo con radicales

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BUENOS AIRES (ABA).- Tras la última elección presidencial, Mauricio Macri quedó instalado para un importante sector de la opinión pública como el principal dirigente de la oposición. Pero apoco andar el 2012 se develó otro conglomerado opositor: el que funciona dentro del mismo peronismo. El partido de fútbol que jugó el mandatario bonaerense Daniel Scioli con el equipo de Hugo Moyano y su posterior encuentro con Roberto Lavagna fueron nuevas señales de diferenciación entre el gobernador y los K “de pura cepa”. ¿Cómo responde el macrismo a la posible disputa que se avecina por el liderazgo opositor? En las filas del PRO insisten en que el ex motonauta es desde hace nueve años un “fiel ladero” de los gobiernos kirchneristas. Estiman cerca de Macri que si se dilata el “sueño” reeleccionista de Cristina, Scioli terminará en un “armado mixto” con el kirchnerismo que tendría por un lado como punta de lanza en territorio bonaerense a Alicia Kirchner y al exduhaldismo bonaerense por el otro. “Scioli es como Reutemann, alienta expectativas en la oposición, pero nunca se decide a dar el salto”, azuzó el diputado nacional macrista, Jorge Triaca. Este último participa de un armado del PRO y un sector del peronismo en la provincia de Buenos Aires que coincide con ese visión sobre el ex motonauta. Reconstruir la relación con Francisco de Narváez no parece un objetivo sencillo para PRO ya que el “Colorado”, ex aliado, tiene repentinos acercamientos a Scioli. Intendentes del conurbano y sindicalistas del peronismo ortodoxo mantienen encuentros sigilosos con Scioli a quien escuchan sobre los pasos que está dispuesto a dar en relación al kirchnerismo duro. A este panorama se sumó el nombre del intendente de Tigre, Sergio Massa, quien se posicionaría como candidato a diputado el año próximo y luego se mantendría expectante. En estos días mantuvo una extensa reunión con el ex ministro kirchnerista y ahora opositor, Alberto Fernández. Dentro del macrismo existe una fuerte demanda para que Gabriela Michetti encabece la lista a diputados nacionales por el territorio bonaerense, lo cual le impediría aspirar a suceder a Macri en la jefatura de gobierno. Aunque la presión está motorizada por el jefe de Gabinete, Rodríguez Larreta y su vicejefa María Eugenia Vidal para desplazar a Michetti de este distrito, esta semana una de las líderes del PRO en la provincia de Buenos Aires, la diputada nacional Gladys González, se sumó al pedido para que Michetti sea parte de la batalla bonaerense. Michetti está preocupada por cuanto pueda dañar a la imagen del partido estas internas. “Si nos quedamos en lo chiquito pensando en los cargos, estaríamos perdiendo la oportunidad que nos da el contexto”, sostuvo consultada por este diario. El sábado en Rosario encontraron un impasse: Larreta asumió la conducción del PRO capitalino en reemplazo de Michetti, quien pasó a secundar la fuerza a nivel nacional. Una duda es hasta dónde puede llegar el PRO en su intento de sumar a su proyecto una coalición con dirigentes radicales como Oscar Aguad e intendentes de tendencia centrista. “Ellos están disconformes con la conducción partidaria, pero les cuesta mucho apartarse de la estructura”, confió una alta fuente macrista que mantiene frecuentes diálogos con sus pares de la UCR. En lo existe conformidad dentro del macrismo es en su claro perfil opositor. Tras votar hace un mes y medio contra la estatización de YPF, la semana pasada fue el único partido que no participó del viaje de la presidenta Cristina Kirchner a las Naciones Unidas. Iba a concurrir el diputado Federico Pinedo quien declinó después que el ministro Juan Pablo Piccardo fue llevado por la fuerza pública ante el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, como parte de la trama del conflicto por los subtes. “Después de todo –deslizó un vocero del PRO–, nos convino enviar por escrito nuestra adhesión al reclamo de soberanía por Malvinas, sin participar del show de la presidenta, quien pidió por un lado dialogar con aquellos sobre quienes dijo sentir “vergüenza ajena… como si estuviera hablando en la Argentina”, concluyó.

Claudio Rabinovitch

Macri y Scioli buscan el sillón que tendrá que dejar Cristina en el 2015, si no fuerza la Constitución para una re-reelección.


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