El regreso del cabo Savino

Se lo imagina uno atravesando a pie el enorme desierto del sur. Lleva la gorra gastada y el gesto impenetrable de quien tiene un propósito grabado en el pecho.

De esta manera avanza el personaje cuadrito a cuadrito, definitivo, intenso, hasta que lo tenemos frente a nuestras narices. El cabo Savino está de regreso. Ha vuelto para una nueva aventura en la geografía que mejor conoce.

A partir de mañana la legendaria historieta de Carlos Casalla estará presente en las páginas del «Río Negro».

«Es un western nacional, un auténtico western nacional con disparos, caballos, correrías», explica Casalla a este diario.

Carlos está entusiasmado dándole vida a unos de sus seres más queridos y reconocidos por el público amante del cómic.

«Estoy trabajando en el cabo Sabino con distintas ideas, algunas son de la primera época otras son actualizaciones. El lector percibirá este cambio», explica Casalla.

El cabo Savino ya es parte del selecto salón de la fama de la historieta argentina. Se inició allá por 1954 en el diario «La Razón» y luego continuó un exitoso ciclo en las revistas «El Tony», «D´Artagnan» y «Fantasía».

Casalla sitúa a su personaje en un mundo salvaje, complejo, poblado de peligros. Sin embargo, el cabo sobrevive gracias a sus costumbres monacales y a gestos audaces propios de los héroes.

El cabo también conoce de ciertos placeres porque ha indagado en el dolor: «Descanso, sosiego y soledad…esto es la vida», exclama el cabo, a la vez que estira los brazos despreocupadamente, en uno de los pasajes del último y muy atractivo libro de Casalla dedicada a Savino, «Cabo Savino» (Editorial Caleuche, 2003).

«Pienso que a la gente le va a gustar. El cabo pasa por historias y aventuras que son imperecederas, son cosas que nos llaman la atención, nos divierten. Además de que nos acercamos a la historia de una forma distinta», cuenta Carlos.

Carlos Casalla, otro personaje maravilloso aunque en este caso real, anuncia al cronista que en unos pocos días volverá también a su música predilecta: el jazz. «Ya armamos un grupo muy lindo con una cantante increíble, lo recomiendo mucho», informa Carlos.

Mientras tanto el cabo Savino seguirá su derrotero fantástico, día tras día, por las páginas de este diario.