El riesgo de caer en la tentación de olvidar la República
El próximo domingo se celebrarán elecciones de convencionales constituyentes en la provincia de Misiones, con el fin de reformar el artículo de la Constitución provincial que posibilitará, en caso de ganar la lista oficial que responde al gobernador Rovira, la reelección indefinida de los representantes del Poder Ejecutivo.
La delgada línea que separa la legitimidad popular que da el voto y la defensa de las instituciones democráticas impone hacer uso siempre, y aun en los momentos de coyunturales definiciones, de los principios de la ética política, de la madurez de la dirigencia y, por sobre todo, de la formación democrática de quien tiene que asumir dicha definición.
El uso abusivo de mecanismos democráticos permite hoy a algunos políticos creerse príncipes y perpetuarse en el poder por décadas, gozando de la impunidad del «vale todo» o «del yo tengo los votos y hago lo que quiero». Impunidad que parecieran recuperar algunos dirigentes, luego de que el pueblo les dijera basta con la crisis de representación política de diciembre del 2001.
Nuestro sistema republicano encuentra, dentro de su propia naturaleza, la alternancia de los mandatos de los representantes del pueblo, la división de poderes y funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, la publicidad de los actos de gobierno, entre otras características que lo definen.
Entiendo un gravísimo error apoyar a un gobernador que no duda en recurrir al más sucio clientelismo que llegaría hasta cambiar medicamentos por votos o prometer a mujeres pobres planes sociales que jamás le permitirán sacar a sus niños de la miseria y la condenarán para toda su vida a renunciar a sus más elementales derechos ciudadanos.
El intento de lograr la reelección indefinida del gobernador Rovira no sólo produjo el abroquelamiento de los sectores políticos y sociales que conforman el Frente Unidos por la Dignidad, sino que éste movimiento está siendo apoyado por la CTA y por figuras de la talla de Adolfo Pérez Esquivel, entre otras.
Más que apoyar a un gobernador acusado de corrupción, que pretende convertirse en «príncipe», el camino correcto a seguir por parte del gobierno nacional hubiera sido dar la espalda a este paradigma de la «política vieja» y defender una Constitución que dé garantías de jerarquizar el sistema a través de nuevas prácticas políticas y morales.
El ARI de Misiones apoya al ex obispo Piña, en función de ser un hombre comprometido con la lucha por los pobres y por los derechos humanos, sobre todo durante la larga y negra noche del proceso militar en la Argentina. Un hombre que sumó a su reconocida labor pastoral, una vocación cívica valorable al igual que en su momento sucedió con otros hombres de la Iglesia como Jaime de Nevares al aceptar ser el candidato de todos los misioneros, católicos y no católicos.
Acostumbrarse a gobernar con decretos de necesidad y urgencia, a disponer de partidas presupuestarias sin el debido control del Congreso de la Nación, reformar el Consejo de la Magistratura alterando el debido equilibrio entre los sectores representados para nombrar o revocar jueces de acuerdo a los intereses políticos del momento, todo sumado a esta nueva modalidad de anteponer los intereses personales de algún gobernador a los intereses de todos, resulta comenzar a recorrer una senda peligrosa hacia la pérdida de los valores republicanos.
Nuestros gobiernos, nacional y provinciales, aún mantienen la gran deuda interna con su pueblo al no redistribuir la riqueza de todos en forma justa y equitativa, al permitir el saqueo inescrupuloso de nuestros recursos naturales, al mirar hacia el costado cuando vemos a extranjeros ricos apoderándose de la tierra de los argentinos. A esta deuda, hoy le estamos sumando estos abusos de poder que pueden llevarse puestas a nuestras instituciones.
Elisa Carrió es nuestra candidata a presidenta de la Nación y, dentro de su propuesta y escuela de gobierno, hace especial defensa del contrato republicano, que significa la defensa a ultranza de las instituciones de la democracia, como paso inmediato al contrato por la redistribución del ingreso.
Volviendo al principio, espero que el domingo los misioneros le digan «no» a la reelección indefinida del gobernador, le digan «no» al clientelismo como forma de uso de los más pobres, en definitiva, le digan «no» al avasallamiento de sus instituciones democráticas.
Es tan importante la elección que celebrará en unos días el pueblo de Misiones para todos los argentinos que, si el domingo pierde el ex obispo Piña, quien realmente pierde es la «República de todos».
MAGDALENA ODARDA (Legisladora. Integrante Junta Ejecutiva Nacional del ARI Nacional).
Especial para «Río Negro»
El próximo domingo se celebrarán elecciones de convencionales constituyentes en la provincia de Misiones, con el fin de reformar el artículo de la Constitución provincial que posibilitará, en caso de ganar la lista oficial que responde al gobernador Rovira, la reelección indefinida de los representantes del Poder Ejecutivo.
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