El «rojo» tenía la llave en el banco
Los juveniles Soto y Siracusa le cambiaron la cara y llevaron a Independiente a otro éxito en la Liga "C".
NEUQUEN (AN).- Independiente no afloja y además, siempre tiene un as en la manga. Esta vez, la mano venía complicada con Del Progreso, pero la dupla técnica metió mano en el banco de sustitutos, encontró rápidas soluciones y así llegó la octava victoria en serie en la Liga «C» de básquet. Fue 83 a 69 (43-35), en la «Caldera» de esta capital.
Con un equipo bajo y buen tiro externo, el elenco de Roca hizo un buen primer cuarto y puso en aprietos al líder de la competencia. Arturo Mora y Pablo Janer fueron efectivos y así se quedaron con el parcial por un llamativo 18 a 10.
En lugar de bancar a los habituales titulares, Luis Heredia y Eduardo Gasser se la jugaron por los juveniles que tienen en el plantel. Nicolás Siracusa y Oscar Soto salieron a la cancha y le cambiaron la cara al «rojo».
Entre ambos anotaron 21 de los 33 puntos del cuarto y así dieron vuelta la historia.
Si bien el 43-35 con el que se fueron al descanso no era suficiente, ya daba la sensación de que Independiente tenía todo controlado. Del Progreso nunca repitió lo de los primeros 10 minutos y sobre todo, se quedó sin tiro exterior, lo que sepultó en buena medida sus posibilidades de éxito ante el sólido líder del certamen.
En el tercero, cuando los rionegrinos debieron jugarse las últimas fichas, ocurrió todo lo contrario. El dueño de casa siguió con el dominio, se apoyó en el goleo de Gustavo Peirano y se alejó en el marcador.
Ausente David Londero y con Arturo Mora en el banco, los roquenses apostaron a la puntería de Pablo Janer, que hizo un gran partido pero muchas veces peleó en soledad.
Independiente, mientras tanto, siguió con su libreto. Los entrenadores rotaron a todo el plantel, la mayoría se dio el lujo de convertir y así edificó un claro triunfo que sólo sirve para las estadísticas, porque el «1» estaba asegurado desde el pasado viernes.
El «rojo» neuquino para, pese a que su rendimiento a veces no sea el ideal. Esta vez lo salvaron los juveniles y aunque se corren riesgos, es un buen síntoma de cara a los duros cruces que se vienen, ante los conjuntos del Valle Inferior.
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