El Senado aprobó la ley de Salud Mental
La nueva normativa regula el sistema de atención de las afecciones mentales -entre las que incluyó las adicciones. Reconoce además la autonomía de los pacientes. Implica un cambio en el paradigma del enfoque de la salud mental.
El Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto de Salud Mental, que regula el sistema de atención de esas enfermedades y reconoce la autonomía de las personas con afecciones psicológicas, con el apoyo de 47 legisladores y la abstención del radical Eugenio “Nito” Artaza. El debate del proyecto, que incluyó las adicciones entre las afecciones mentales, comenzó a la medianoche y los oradores resolvieron insertar sus discursos en la versión taquigráfica para que queden registrados, con el fin de evitar extender la sesión hasta la madrugada. La iniciativa, que no había conseguido dictamen a raíz de las disidencias planteadas en los plenarios de cuatro comisiones, sólo fue objetada en un artículo, que contó con la resistencia de 3 senadores y el respaldo de 44. El presidente de la Comisión de Salud y Deportes, José Cano, defendió el proyecto sancionado por la Cámara de Diputados, que no logró dictamen mayoritario en las cuatro comisiones que debatieron hasta el martes a la tarde un texto unificado. Senadores que apoyaron la iniciativa destacaron que el proyecto constituye “uno de los más importantes” en materia de derechos humanos de los últimos tiempos, porque cambia el paradigma del enfoque de la salud mental. Destacaron, en ese sentido, que la ley “terminará de hecho” con los manicomios, al establecer que las personas con afecciones psicológicas tendrán que ser asistidas en hospitales mentales. Los hospitales generales, por su parte, deberán contar con servicios de salud mental, advirtieron los legisladores al explicar los alcances de la ley. En el marco del debate se pronunciaron las senadoras justicialistas Graciela Di Perna (Chubut), quien cuestionó aspectos del proyecto sancionado por la Cámara de Diputados, y su par de San Luis, Liliana Negre. A favor de la propuesta se manifestaron Sonia Escudero (Salta), los oficialistas Beatriz Rojkes (Tucumán), Marcelo Fuentes (Neuquén), Daniel Filmus (Capital) y el neuquino Horacio Lores. La kirchnerista Liliana Fellner (Jujuy), en tanto, felicitó a los legisladores por el acuerdo alcanzado. El proyecto busca proteger el derecho de las personas con afecciones mentales, establece garantías similares a las sancionadas por tratados internacionales e incluye a los adictos como pacientes del sistema de salud. Consagra, además, el derecho a la atención integral, comunitaria y gratuita, desalienta las internaciones indefinidas y promueve la creación de equipos interdisciplinarios de profesionales capacitados y acreditados para atender la salud mental. El proyecto reconoce la autonomía de las personas con padecimientos mentales y su capacidad para tomar decisiones y promueve la no discriminación. El texto establece que la atención de la salud mental debe realizarse en una red de servicios basados en la comunidad y recomienda la internación como un recurso terapéutico a utilizarse sólo en situaciones excepcionales y en hospitales generales. La iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados. Un plenario de cuatro comisiones del Senado (Salud y Deportes, Legislación General, Justicia y Asuntos Penales, y Presupuesto y Hacienda) debatió el martes varias iniciativas, pero sólo consiguió el respaldo del cuerpo parlamentario de Salud. La reunión conjunta debatió en esa oportunidad el texto aprobado por los diputados y otros proyectos presentados por el radical José Cano, el peronista federal Adolfo Rodríguez Saá y el porteño de Proyecto Buenos Aires Federal, Samuel Cabanchik. Agencia DyN
El Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto de Salud Mental, que regula el sistema de atención de esas enfermedades y reconoce la autonomía de las personas con afecciones psicológicas, con el apoyo de 47 legisladores y la abstención del radical Eugenio “Nito” Artaza. El debate del proyecto, que incluyó las adicciones entre las afecciones mentales, comenzó a la medianoche y los oradores resolvieron insertar sus discursos en la versión taquigráfica para que queden registrados, con el fin de evitar extender la sesión hasta la madrugada. La iniciativa, que no había conseguido dictamen a raíz de las disidencias planteadas en los plenarios de cuatro comisiones, sólo fue objetada en un artículo, que contó con la resistencia de 3 senadores y el respaldo de 44. El presidente de la Comisión de Salud y Deportes, José Cano, defendió el proyecto sancionado por la Cámara de Diputados, que no logró dictamen mayoritario en las cuatro comisiones que debatieron hasta el martes a la tarde un texto unificado. Senadores que apoyaron la iniciativa destacaron que el proyecto constituye “uno de los más importantes” en materia de derechos humanos de los últimos tiempos, porque cambia el paradigma del enfoque de la salud mental. Destacaron, en ese sentido, que la ley “terminará de hecho” con los manicomios, al establecer que las personas con afecciones psicológicas tendrán que ser asistidas en hospitales mentales. Los hospitales generales, por su parte, deberán contar con servicios de salud mental, advirtieron los legisladores al explicar los alcances de la ley. En el marco del debate se pronunciaron las senadoras justicialistas Graciela Di Perna (Chubut), quien cuestionó aspectos del proyecto sancionado por la Cámara de Diputados, y su par de San Luis, Liliana Negre. A favor de la propuesta se manifestaron Sonia Escudero (Salta), los oficialistas Beatriz Rojkes (Tucumán), Marcelo Fuentes (Neuquén), Daniel Filmus (Capital) y el neuquino Horacio Lores. La kirchnerista Liliana Fellner (Jujuy), en tanto, felicitó a los legisladores por el acuerdo alcanzado. El proyecto busca proteger el derecho de las personas con afecciones mentales, establece garantías similares a las sancionadas por tratados internacionales e incluye a los adictos como pacientes del sistema de salud. Consagra, además, el derecho a la atención integral, comunitaria y gratuita, desalienta las internaciones indefinidas y promueve la creación de equipos interdisciplinarios de profesionales capacitados y acreditados para atender la salud mental. El proyecto reconoce la autonomía de las personas con padecimientos mentales y su capacidad para tomar decisiones y promueve la no discriminación. El texto establece que la atención de la salud mental debe realizarse en una red de servicios basados en la comunidad y recomienda la internación como un recurso terapéutico a utilizarse sólo en situaciones excepcionales y en hospitales generales. La iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados. Un plenario de cuatro comisiones del Senado (Salud y Deportes, Legislación General, Justicia y Asuntos Penales, y Presupuesto y Hacienda) debatió el martes varias iniciativas, pero sólo consiguió el respaldo del cuerpo parlamentario de Salud. La reunión conjunta debatió en esa oportunidad el texto aprobado por los diputados y otros proyectos presentados por el radical José Cano, el peronista federal Adolfo Rodríguez Saá y el porteño de Proyecto Buenos Aires Federal, Samuel Cabanchik. Agencia DyN
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