El Senado convirtió en ley la modificación al régimen de quiebras

No hubo modificaciones y la aprobación permite que acreedores de una empresa puedan quedarse con los activos como forma de pago. El caso de empresas culturales se postergó. Con la norma bajo el brazo, Duhalde partió hacia Europa.

Puntos salientes

(Infograma)

Con un justicialismo totalmente alineado y un radicalismo que apoyó en general e hizo observaciones en particular, el Senado convirtió ayer en ley la modificación al régimen de quiebras, una de las normas reclamadas por el FMI como condición para llegar a un acuerdo económico.

El desarrollo de la sesión fue rápido teniendo en cuenta el habitual ritmo parlamentario, ya que era intención del oficialismo que el presidente Duhalde pueda tener la ley aprobada antes de partir hacia España, donde participará de una cumbre Unión Europea-Mercosur. Antes de subir al avión el mandatario promulgó ley .

El proyecto modificatorio de ley de quiebras reincorpora el «cram down», que es la posibilidad de los acreedores de quedarse con la empresa concursada, pero habilita a los deudores a competir con los acreedores a través de ofertas destinadas a recuperar sus empresas.

Además, el texto obliga a los tasadores a incorporar los bienes intangibles, como el valor de las marcas o la posición en el mercado, al evaluar el precio de una empresa para impedir una caída de su valor por su situación contable.

La ley deja 180 días corridos de suspensión de las ejecuciones por deudas, que se vencería en agosto porque la ley original fue votada en enero.

Se mantienen 120 días de período de exclusividad de los deudores, cuando son los únicos habilitados en presentar una oferta para acordar con los deudores y recuperar la empresa.

El debate en general de la norma no planteó controversias, ya que la totalidad del bloque del PJ y casi toda la UCR apoyaron el dictamen de comisión y sólo votaron en contra la frepasista Vilma Ibarra, el radical Jorge Colazo y dos provinciales.

Después, en el tratamiento en particular, el radicalismo votó mayoritariamente en contra en los artículos 13, 14 y 16, pero el justicialismo impuso su mayoría para que la norma no sufriera cambios y fuera convertida en ley.

Pero frente a este nuevo escenario, una parte importante del sector empresarial comienza a debatir su futuro.

Es que muchas de las firmas que oportunamente tomaron créditos en el exterior quedan expuestas a ser compradas por sus acreedores a precio vil.

El quiebre de la convertibilidad determinó una fuerte caída sobre los activos de las empresas radicadas en el país y aquellas que se encuentran con deudas en moneda extrajera, difícilmente puedan sostenerse en el sistema sin entrar en «default» o concurso preventivo.

Con esta nueva Ley en vigencia, el acreedor pude llegar a hacerse cargo de las firmas que se encuentran en estas condiciones a precios muy por debajo de lo que se cotizan en los mercados internacionales.

El tema de las empresas culturales fue excluido, incluyendo en esa categoría a los medios de comunicación, pero se acordó votar una preferencia para la próxima sesión de un proyecto específico sobre ese tema, que está siendo analizado en la comisión de Libertad de Expresión.

El desarrollo que tuvo la sesión contrastó por su prolijidad con el escandaloso encuentro anterior del cuerpo, cuando se derogó la ley de subversión económica. Un ejemplo de ello fue que el PJ logró aparecer en el momento de la votación con toda la bancada uniformada.

Jorge Yoma, uno de los críticos de la semana pasada, estaba con parte médico, y el chubutense Marcelo Guinle y los entrerrianos Jorge Busti y Graciela Bar acompañaron el voto afirmativo del conjunto de su representación partidaria.

También en el radicalismo hubo un criterio mucho más uniforme, ya que si bien hubo planteos puntuales, fue visible el espíritu favorable a la norma.

Por el oficialismo el miembro informante fue Sonia Escudero, quien admitió que el régimen sobre quiebras «fue avasallado con la eliminación del instituto del cram down», el cual se restablece en el nuevo texto, indicó, «con bastante mejoras de las que tenía en la ley anterior», al permitir una segunda vuelta al deudor.

Por otro lado, las gestiones del PJ para aprobar ayer las modificaciones a la ley de Subversión Económica fracasaron en Diputados por la oposición de los legisladores de la UCR, que consideran que los cambios permitirían el desprocesamiento de los banqueros investigados.

(DyN y Redacción Central)

Los medios de comunicación, bajo presión

El Senado resolvió ayer postergar hasta la próxima sesión el tratamiento de una iniciativa para evitar la extranjerización de las empresas culturales, dentro de las cuales se incluyen a los medios de comunicación.

La iniciativa es complementaria de la modificación al régimen de quiebras que el Senado convirtió ayer en ley, ya que apunta a limitar la participación extranjera en las empresas culturales, muchas de ellas afectadas por procesos concursales.

Un dato preocupante llamó la atención dentro del recinto: el radicalismo intentó que el tema se tratara en la sesión de ayer, pero el justicialismo postergó el tratamiento e impuso su mayoría para resolver un pedido de preferencia con despacho de comisión para la próxima sesión.

La oposición pretendía originalmente incluirla dentro de la ley de quiebras, pero el justicialismo quería que no hubiera modificaciones en esa norma para que se convirtiera en ley.

El temor de algunos medios de comunicación, muchos de los cuales están expuestos a ser adquiridos por empresas extrajeras a precios bajos como consecuencia de sus elevado endeudamiento en dólares, crece en la misma medida en que se posterga la sanción de esta preferencia.

En medios políticos y periodísticos se coincidía ayer en que, de cara a la libertad de expresión, esta prórroga sobre la preferencia implica una significativa cuota de poder en manos del gobierno.

En ese sentido se coincidía también en que el manejo de ese poder debe estar alejado de toda posibilidad de deslizamiento a situaciones que conlleven el condicionamiento de la libertad de prensa.

En este escenario, el gobierno puede estar tentado a ocupar espacios de poder presionando de alguna manera sobre los medios.

Un error estratégico que puede llegar a afectar los cimientos íntimos de la democracia.

Pichetto: «El gobierno salió fortalecido»

BUENOS AIRES (ABA) – «El país está en una situación de debilidad extrema, bajo peligro de caer en hiperinflación y el presidente Duhalde necesita urgente las dos leyes». Así reaccionó el senador nacional, Miguel Pichetto, cuando «Río Negro» le preguntó si la cámara alta votó «bajo presión» del FMI» las leyes de quiebras y de subversión económica.

Con esa posición, y sobre la importancia de que Duhalde «muestre» en Europa ambas normas aprobadas, habían coincidido en una reunión previa los ministros de Economía e Interior, Roberto Lavagna y Jorge Matzkin, respectivamente, y varios legisladores justicialistas como el jefe del bloque José Luis Gioja y el propio Pichetto.

Este último, subrayó que el gobierno salió fortalecido -tras la aprobación de la ley de quiebras, y deslizó que la relación entre Duhalde y el bloque oficialista quedó reconstruida tras la conflictiva derogación la semana pasada de la ley de subversión económica.

Aún cuando disintió con varios aspectos del dictamen oficial de la ley de quiebras, Pichetto insistió en que es «vital» apurar las reformas legales.

Pichetto fundamentó su proyecto de limitar la participación del capital extranjero en los medios de comunicación en el rol que desempeñan y los valores que expresan como libertad de opinión, control de actos de gobierno y el seguimiento de temas de agenda pública. «Ello justifica un tratamiento diferenciado», indicó. De todos modos, al no tener dictamen de comisión la deliberación de dicha propuesta quedó postergada para la semana próxima.

Cumplimos dijo Isidori

Por su parte, la senadora rionegrina, Amanda Isidori (UCR), destacó el aporte de su fuerza en la sanción de la ley. Asimismo, circunscribió el apoyo radical a la política duhaldista: «Mire la asistencia de hoy (por ayer)», le dijo a este cronista señalando el recinto.

«Nosotros cumplimos con no obstaculizar, pero no se va a dar vía libre a leyes inaceptables como la de subversión económica».

El dólar cerró en 3,30

En una jornada apática, aunque con una firme corriente compradora minorista, el peso se apreció ayer frente al dólar al finalizar la paridad cambiaria en 3,2/3,3 por unidad en el mercado libre; en tanto, las tasas interbancarias siguieron en descenso y acusaron una clara segmentación.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Buenos Aries perdió 3,36%, su quinta baja consecutiva. Mientras los títulos públicos subieron 0,85%.

«Muchos compran por miedo y venden por necesidad. Pero este último grupo no marcó tendencia en esta sesión», afirmó un cambista. Asimismo, la iliquidez de la plaza y la ausencia de los importadores descomprimió al tipo de cambio.Por este motivo, los bancos y casas de cambio que operan según las normas del Banco Central mantuvieron su paridad en 3,14/3,24 por unidad.

El «call money» siguió cayendo. «De acuerdo con el riesgo que se autocalificaron las entidades se fijó estas tasas», comentó un operador. «Al mismo tiempo, los bancos de primera línea acusaron cierta liquidez; mientras los oficiales salieron a tomar», acotó. De esa manera, la tasa interbancaria en pesos a un días se segmentó de la siguiente manera: 35% en las instituciones de primera línea, 60 en las de segunda y 90% en las de tercera. (DYN)


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