El «subco» Rodríguez dice que no sabe nada
CHOELE CHOEL (AVM).- Uno los policías mencionados en las escuchas entre proxenetas y policías de la comisaría Octava, el subcomisario Moisés Rodríguez, se presentó a declarar de forma espontánea junto a su abogado. Lo hizo ante el fiscal Guillermo Bodrato, quien debe investigar la presunta vinculación de uniformados en la trata de menores.
Poco antes, Rodríguez y su asesor legal, Edgard Gustavo Lucero hablaron ante «Río Negro». El abogado negó que el subcomisario esté vinculado a los proxenetas y aseguró que eran otros los policías de la comisaría quienes llevaban habitualmente las tareas de control, como así también quienes realizaban «el papeleo» a las alternadoras.
Quien llevó la voz cantante fue Lucero. Rodríguez se excusó de opinar pues «por estar en la fuerza no podía emitir juicios».
Lucero y Rodríguez, sin embargo, no pudieron explicar por qué en un momento del diálogo telefónico -que este diario transcribió íntegramente y que forma parte del expediente del secuestro de la adolescente Otoño Uriarte-, el dueño del local nocturno pidió por el «subco», en clara alusión a Rodríguez.
El subcomisario que ahora presta servicios en Cinco Saltos señaló que su traslado de la localidad no tenía nada que ver con este caso dado que lo había solicitado con anterioridad por cuestiones familiares, y que se desayunó de esta situación a través de este medio.
Insistió en que no vio ni presenció irregularidades.
Tanto Rodríguez como el oficial, César Cayumil, que ahora presta servicios en la regional IV de policía son hasta ahora los uniformados que se encuentran más comprometidos en el marco de la investigación que lleva adelante la justicia penal.
Además de lo dicho por Rodríguez se espera que en los próximos días, el fiscal tome declaraciones a distintos policías de la unidad de Choele Choel involucrados en este tema.
Las fuentes judiciales señalaron que «lo importante es poder recolectar la mayor cantidad de pruebas antes de comenzar a decidir la situación de cada una de las personas que aparecen como posibles involucradas».
En este sentido, aseguraron que se tratará de probar si hubo menores en algún momento y si, como se especula, se «blanqueaban» sus papeles para que pudieran ser prostituidas.
En distintos allanamientos se secuestraron documentos que ahora deberá evaluar la justicia. Entre ellos, hay fichas de las mujeres que trabajan en los cabarets de la ciudad.
Esta causa es uno de los desprendimientos más importantes que ha tenido la investigación por la desaparición de Otoño. Se busca determinar si, como han mencionado los testimonios dados a la justicia por distintos vecinos, la joven de Fernández Oro estuvo en esta localidad de Valle Medio.
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