El sueño del Real Madrid, la pesadilla del Inter
Por la ida de cuartos golearon los blancos y cayó el nerazzurro.
Si el fútbol fuera matemáticas, Emmanuel Adebayor podría haber celebrado ayer antes de empezar a jugar. Al fin y al cabo, el togolés es la desgracia del Tottenham, un equipo al que una vez más volvió a triturar a goles. Dos saltos, dos cabezazos, dos goles y el pase a las semifinales de la Liga de Campeones encaminado: fue el argentino Ángel Di María quien puso el 3-0 y el portugués Cristiano Ronaldo el cuarto, pero el camino lo abrió Adebayor para sumar ya diez goles en 12 partidos ante el Tottenham. Ayer, cuando a los 30 minutos del segundo tiempo José Mourinho decidió que con cinco tiros al arco y dos goles ya había cumplido, el Santiago Bernabéu se estremeció con una calurosa ovación. Noche redonda, porque en lugar del togolés ingresaba el argentino Gonzalo Higuaín, que tras cuatro meses lesionado volvía a sumar minutos en el Bernabéu, tras el amargo regreso del sábado en la derrota ante el Sporting de Gijón. Higuaín es, precisamente, la causa de la felicidad de Adebayor, un portento físico de 27 años y 191 centímetros. Al lesionarse el argentino a fines del año pasado, Mourinho presionó al club hasta el límite para que le trajeran un delantero de reemplazo. La ausencia de Higuaín se perfilaba mucho más larga de lo que finalmente fue. Schalke dio el golpe El Schalke vapuleó al vigente campeón Inter con un rotundo 5-2, en el otro partido de ida de cuartos de final por la Liga de Campeones jugado ayer el Giuseppe Meazza. El conjunto italiano se puso rápidamente en ventaja a los 25 segundos con un gol espectacular de Dejan Stanjovic desde 50 metros. Ya a los 17 minutos Joel Matip logró igualar el marcador. Sin embargo, nuevamente el Inter se puso arriba con un tanto del argentino Diego Milito a los 33 minutos. Pero el brasileño Edu, a los 40 y 75 minutos y Raúl, a los 53, además del gol contra de Andrea Ranocchia (57’) sellaron la victoria perfecta de los alemanes. “No recuerdo cuándo viví por última vez un partido así”, reconoció un emocionado Raúl tras el fenomenal partido del Meazza.
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Raúl celebra su gol. Detrás, Ranocchia y Julio César no entienden nada.
Si el fútbol fuera matemáticas, Emmanuel Adebayor podría haber celebrado ayer antes de empezar a jugar. Al fin y al cabo, el togolés es la desgracia del Tottenham, un equipo al que una vez más volvió a triturar a goles. Dos saltos, dos cabezazos, dos goles y el pase a las semifinales de la Liga de Campeones encaminado: fue el argentino Ángel Di María quien puso el 3-0 y el portugués Cristiano Ronaldo el cuarto, pero el camino lo abrió Adebayor para sumar ya diez goles en 12 partidos ante el Tottenham. Ayer, cuando a los 30 minutos del segundo tiempo José Mourinho decidió que con cinco tiros al arco y dos goles ya había cumplido, el Santiago Bernabéu se estremeció con una calurosa ovación. Noche redonda, porque en lugar del togolés ingresaba el argentino Gonzalo Higuaín, que tras cuatro meses lesionado volvía a sumar minutos en el Bernabéu, tras el amargo regreso del sábado en la derrota ante el Sporting de Gijón. Higuaín es, precisamente, la causa de la felicidad de Adebayor, un portento físico de 27 años y 191 centímetros. Al lesionarse el argentino a fines del año pasado, Mourinho presionó al club hasta el límite para que le trajeran un delantero de reemplazo. La ausencia de Higuaín se perfilaba mucho más larga de lo que finalmente fue. Schalke dio el golpe El Schalke vapuleó al vigente campeón Inter con un rotundo 5-2, en el otro partido de ida de cuartos de final por la Liga de Campeones jugado ayer el Giuseppe Meazza. El conjunto italiano se puso rápidamente en ventaja a los 25 segundos con un gol espectacular de Dejan Stanjovic desde 50 metros. Ya a los 17 minutos Joel Matip logró igualar el marcador. Sin embargo, nuevamente el Inter se puso arriba con un tanto del argentino Diego Milito a los 33 minutos. Pero el brasileño Edu, a los 40 y 75 minutos y Raúl, a los 53, además del gol contra de Andrea Ranocchia (57’) sellaron la victoria perfecta de los alemanes. “No recuerdo cuándo viví por última vez un partido así”, reconoció un emocionado Raúl tras el fenomenal partido del Meazza.
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