El sur de Río Negro intenta prepararse para un invierno duro

Hay quejas porque la ayuda no llega a tiempo.

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- «Este invierno va a ser muy bravo. El tiempo se está preparando para eso. Va a venir muy seco, pero con mucho hielo. Seguramente se van a registrar fuertes heladas».

Así pronostica los próximos meses don Jorge Mesa, un viejo poblador de Jacobacci y conocedor de esta zona. Sus 87 años viviendo y trabajando en distintos lugares de la Región Sur les han otorgado el conocimiento necesario para afirmar sus dichos. «Se esta preparando para eso -recalca en relación al tiempo-. Fíjese que están haciendo algunos días de calor y otros de frío pesado y seco. Y eso no es muy buena señal». Como él opinan muchos otros pobladores de la zona que se preparan para afrontar un duro invierno.

Hasta ahora la razón parece asistirlos. En lo que va de este año sólo se han registrado algunas lloviznas aisladas y escarchillas en las zona más altas. Sin embargo las temperaturas han llegado a descender hasta 15 grados bajo cero. El año pasado en esta época ya se habían registrado varias nevadas en las zonas más altas de la región. Todo parece indicar que el frío se va a incrementar en los próximos meses.

La ayuda está atrasada

Sin embargo recién están llegando las partidas de leña del Plan Calor a algunas partes de la Región Sur. En el 2000 este programa asistencial comenzó a llegar a los beneficiarios a principios de abril. Lo mismo pasa con la entrega de los módulos alimenticios para pequeños productores, programa que todavía no llegó a las localidades ubicadas al oeste de Jacobacci.

«Nosotros estamos muy preocupados porque nos dijeron que íbamos a recibir los alimentos entre el 8 y el 16 de abril y todavía no han llegado. Si llega a nevar no vamos a poder ingresar a los campos para llevarle los módulos a los ganaderos» señaló el intendente de Pilcaniyeu Carlos Domínguez.

La pobreza se incrementa cada día en la región más grande de la provincia -ocupa el 60% del territorio- pero también la más olvidada. Hoy el índice de desocupación alcanza al 40% de promedio y los que menos tienen son quienes más sufren. «Uno se las rebusca como puede. La ayuda que da el Gobierno no alcanza para nada. Todos los días hay que salir a buscar leña. Aunque sea una bolsita que nos alcanza para el día porque todavía no nos han entregado el Plan Calor», añade Mesa, quien a pesar de su edad diariamente debe recorrer varios kilómetros para llevar a su hogar un atado de leña que apenas le alcanza para el día. El hombre es beneficiario del programa Asoma, que se entrega a los mayores de 65 años. Sin embargo hace dos meses que no lo recibe.

Adolfo Peña (68 años) señala «antes me daban una caja -del programa Asoma- por mes. Pero ahora hace tiempo que no recibo nada. Por ahí dan algo de leña. Pero la dan tarde. Este año todavía no nos han dado nada». En otros tiempos Adolfo trabajó en el campo según dice «haciendo de todo». Hoy vive solo en una pequeña y muy precaria casita ubicada en el barrio El Faldeo de Jacobacci. Padece una enfermedad en una de sus rodillas que lo obliga a caminar ayudado con bastón. Pero debe salir a juntar leña, huesos, bosta de caballo, palitos, basurita para poder calefaccionarse. «Hay que caminar mucho pero tengo que salir a juntar leña porque ya hace mucho frío y porque hay que hacer reserva para el invierno. No creo que este año nieve. Pero si nieva, va a nevar en grande» señala.

Son muchos los pobladores padecen necesidades. Y éstas se incrementan en el invierno porque el intenso frío y las fuertes heladas obligan a paralizar los trabajos en el campo y también la construcción en las localidades, una actividad que demanda una gran cantidad de mano de obra. Previendo esta situación la gente toma sus recaudos durante el verano y el otoño. Algunos carnean yeguarizos y hacen «charquis» -preparado de la carne con sal-. Otros salen a cazar, piches, liebres, ardillas, martinetas y avestruces y también a juntan huevos de últimos para hacer reserva. «Esta zona es muy fría en invierno. Por eso hay que prepararse con tiempo. Hay que juntar comida y leña para poder pasar los próximos meses más o menos bien. Aunque lo que se puede juntar nunca alcanza» sostuvo un vecino de Maquinchao, que está desempleado.

Los que menos tienen sufren más

La difícil situación que vive la Región Sur, donde no hay fuentes de trabajo genuinas y donde, en esta época, se paralizan las actividades más importantes, ha llevado a la mayoría de sus habitantes sólo a esperar las entregas de los planes asistenciales.

«La gente está muy pobre y no tiene recursos para comprar cosas. Espera cada mes la bolsita de comida pero todavía no llega. Tenemos que hacer la entrega de tres bolsas para los tres meses de invierno. Pero todavía no hemos recibido nada» sostiene Chaina.

Alimentos para tres meses

A través de los distintos planes sociales el gobierno asiste a casi el 50% de los 32.000 habitantes de la Región Sur. Entre ellos a unos 3.300 productores de menos de 1.000 ovejas. Desde hace dos años estos campesinos reciben un módulo alimenticio de 210 kilos de víveres, calculado para un período de subsistencia de 90 días.

«Para nosotros representa una ayuda fundamental. Hoy la lana tiene un precio bajísimo. Los productos del campo no tienen valor. Ya tendrían que haber entregado los módulos. No se qué pasará», afirmó a este medio un campesino de la zona de Lipetrén Grande, a unos 60 kilómetros al sur de Jacobacci.

El mes pasado, en la sede del Ente para el Desarrollo de la Región Sur, en Maquinchao, funcionarios del Gobierno aseguraron que la entrega de este plan asistencial se iba a realizar entre el 8 y el 16 de abril. Hasta ayer los alimentos sólo habían llegado a las localidades ubicadas el este de Jacobacci: Maquinchao, Los Menucos, Sierra Colorada, Ramos Mexía y Valcheta, entre otras. «Nosotros estamos muy preocupados porque si llega a nevar no vamos a poder entregarlos en los campos», afirmó el intendente de Pilcaniyue, Carlos Domínguez.

Por otro lado, este año se reabrió por un período de 45 días, la caza comercial de la liebre patagónica en gran parte de la Región Sur. Esto trajo aparejada una gran cuota de optimismo en los productores para «generar» nuevos recursos que les permitan paliar la difícil situación del campo. La medida adoptada por la Dirección de Fauna tiene como objetivo controlar la población de liebres y generar recursos extras para los ganaderos. «Los pequeños productores están a la expectativa porque es algo que les puede dejar una plata extra. Pero también están preocupados porque no tienen recursos para comprar reflectores y rifles para salir a cazar», añadió Chaina.

A medida que se acerca el invierno, el frío se incrementa y castiga a los que menos posibilidades tiene de afrontarlo. (A.J.).

Recursos contra el frío

Desde hace cinco años, antes y durante el invierno el Gobierno reparte leña, kerosén, gas oil y gas en el marco del Plan Calor. Invierte alrededor de 600.000 pesos para comprar 8.500 metros cúbicos de leña -unos 3.000.000 de kilos-, 600.000 litros de combustible líquido -kerosén y gas oil- y 10.000 garrafas de gas para beneficiar a unas 6.000 familias carenciadas de la Región Sur y parte de las zonas Andina y Atlántica.

Sin embargo estos números resultan insuficientes. Se estima que solamente de leña se queman unos 8 millones de kilos en el año en la Región Sur. El Gobierno esto lo sabe, pero «lo que se da sólo es un paliativo para ayudar a los que menos tienen» señalaron a este medio fuentes del área Acción Social.

Las entregas llegan según como venga el invierno

A esto se le suma la «especulación» que se hace en la entregar. Es decir se atrasa o se adelante según como se presente el tiempo. «Si se entrega con mucha anticipación, se corre el riesgo de que el beneficiario gaste esa leña o el kerosén antes del invierno y entonces después hay que volver a repetir la entrega», añadieron las mismas fuentes.

Por esta razón las entregas no se realizan cada año en la misma fecha. «A nosotros no llegó un vagón con 90 metros cúbicos de leña para entregar a 90 beneficiarios. Afortunadamente ya pudimos entregarla en Anecón Grande, porque si nieva después no podemos ingresar a ese paraje» sostuvo el comisionado de fomento de Clemente Onelli, Elías Chaina. Este poblado, en el que viven unas 40 familias, está ubicada a 1.082 metros sobre el nivel del mar.

Durante la semana pasada los termómetros registraron 15 grados bajo cero. A quinientos metros de la planta urbana pasan los caños del gasoducto Pilcaniyeu-Jacobacci. Sin embargo y a pesar de los constantes pedidos de los pobladores, Onelli no tiene gas natural. (A.J.).

El gobierno asegura que el Plan Calor está en marcha

VIEDMA (AV).- El Plan Calor que entrega leña, garrafas, gas oil y kerosene a unos 6.000 habitantes de la Línea Sur está en ejecución, según el gobierno provincial.

Actualmente, se distribuye la leña a los municipios y Comisiones de Fomento. Se estima que en los próximos días se iniciarán las entregas de los importes para la compra de los combustibles líquidos a esos mismos organismos que mantienen un contacto directo con los beneficiarios y sus necesidades. Para estas adquisiciones la provincia trasfiere el importe en tres cuotas. El gas oil se utiliza para los vehículos que distribuyen la leña a los parajes y distintos programas sociales, mientras que el kerosene se entrega a los beneficiarios para el uso en estufas y para encender el fuego en el caso de lluvias intensas que humedecen la leña.

El subsecretario de Infraestructura Social Básica y Emergencia de Río Negro, Yamil Direne, quien desde hace más de siete años administra el Plan Calor, estimó que en todas las temporadas se llega con la primera asistencia a comienzos de abril para anticiparse a las primeras nevadas que complican la transitabilidad en los caminos rurales y por ende llegar a lugares alejados. Consideró que el operativo Calor no soluciona definitivamente el problema sino que «es una ayuda a lo que los habitantes de la Línea Sur pueden hacer por su cuenta».

Según Direne, sólo restan algunas localidades para que reciban la leña que el Ejecutivo le compra a Sefepa, empresa encargada también de la entrega a los municipios y Comisiones de Fomento. Los combustibles líquidos son adquiridos a Viarse, mientras que una cooperativa de El Bolsón vende al Estado las cargas de garrafas que suman unas 10.000. Direne acotó que las compras a sociedades del Estado abaratan costos.

El presupuesto del Plan Calor asciende a 700.000 pesos que se divide en la compra de unos 8.500 metros cúbicos de leña (340.000 pesos), unos 600.000 litros de combustible (250.000 pesos) y las cargas de las garrafas costo que implica unos 30.000 pesos. «Esto no es suficiente, sino hasta donde podemos llegar», señaló Direne al puntualizar que se trata de dar soluciones definitivas a la mayoría de la gente para que dejen el sistema de asistencia y permitan el ingreso de otros.

Destacó la función del Programa Vivienda Social e Infraestructura Comunitaria a través del cual se refaccionan viviendas con el objetivo de mejorar la calidad de vida.

Este programa se creó luego de la gran nevada del `84 con la intención de asistir sólo a la gente de los parajes más alejados y «es probable que con esta cantidad de insumos la gente pasaba el invierno pero la crisis económica fue avanzando y ahora en los centros poblados están quienes no les alcanza para calefaccionarse, comprar vestimenta, ni para comer y hay que asistirlos. Si tenemos más gente debemos repartir lo que hay entre todos aunque les toque menos».

El intendente de Pilcaniyeu dice que la ayuda les llega tarde

PILCANIYEU (Enviado especial).- En Pilcaniyeu la situación es similar a toda la región sur. Su intendente, Carlos Domínguez, se muestra «cansado» de los problemas. «Somos el único municipio justicialista de la zona andina y por ello todo se nos torna más difícil. La provincia nos deja para lo último», sostiene.

Hasta el presente sólo recibió 90 metros cúbicos de leña dura, la cual está siendo trasladada desde el vagón del ferrocarril a un depósito aledaño. Faltan los módulos con alimentos, el kerosén y el gasoil.

La crisis por la que atraviesan la mayoría de los pequeños productores se agravó ante la perdida de valor de sus productos. Hace años, vendían su hacienda y con ello se aprovicionaban para el invierno. Hoy todo cambió. La lana es casi imposible de vender y la carne se paga poco. No hay mercado para los cultivos. Los jóvenes emigran a la ciudad y sólo se quedan los ancianos y los niños.

A medida que aumentan los problemas sociales disminuye la ayuda estatal. El intendente lleva 13 años en el gobierno comunal y recordó que llegó a recibir 10.000 litros de kerosene, 5.000 de gasoil y plata para comprar hasta 500 metros cúbicos de leña en El Foyel. «Cada año estamos peor», sentenció Domínguez. Reconoció que no tiene argumentos ni recursos para convencer a los jóvenes de que se queden a trabajar el campo. «En la ciudad tampoco hay trabajo y se convierten en delincuentes», sentenció.

Recordó que el año pasado tuvieron que hacer el reparto del «Plan Calor» en pleno invierno, bajo condiciones extremas. «Recurrimos al apoyo de Gendarmería y Prefectura, de Bariloche, que tienen vehículos todo terreno y Unimog. Pero igual, con mucha nieve, se hace imposible llegar», explicó.

Criticó las demoras de la provincia. «En abril tuvimos una reunión con las autoridades de Acción Social y se nos informó que las cajas con alimentos llegarían el 20 de abril. Hasta hoy no llegaron», dijo.

Estima que tiene unas 130 familias rurales, pequeños productores, que necesitan un modulo de alimentos (de 210 kilogramos), leña y kerosene. En el éjido urbano viven unas 700 personas y la mayoría tiene gas natural. Los pocos que tienen cocinas a leña reciben el apoyo del municipio. Contrariamente a lo que sucede en la cordillera, donde hay bosques, en la zona sur el poblador no tiene de donde recolectar leña. O la compra o espera la ayuda estatal.

En medio de las penurias y los problemas propios de «pago chico» Domínguez destacó el apoyo que recibe el municipio y los vecinos de la empresa Benetton. «Nos dan leña y también aportan carne y alimentos para el comedor municipal. Inclusive nos donaron unas tierras para el municipio», explicó.


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