El tormentoso día después de River

River está inmerso en un laberinto cuya salida se puede cerrar irremediablemente, si el 'millonario' no vence el jueves en el Monumental a la Liga de Quito.

Hace poco menos de un mes, que es justamente el tiempo en que River no gana un partido, el equipo de Astrada desplegaba un fútbol tan vistoso como efectivo. A mitad del Clausura peleaba la punta y tenía 25 goles a favor, que contrastan claramente con los apenas tres tantos que marcó en los últimos cuatro encuentros, con tres derrotas y un empate (ver aparte).

Y como si esto fuera poco, el culebrón Ameli-Tuzzio afectó de tal manera la convivencia interna, que todavía no se puede hablar de un tema totalmente superado.

Hoy River es un hervidero. La derrota ante Boca llenó hasta un límite muy peligroso el vaso de la tolerancia. Vaso que se puede derramar inexorablemente si el jueves no logra el pase a los cuartos de la Copa.

De este partido depende el futuro de su DT Leonardo As

trada, que luego de perder el clásico apeló a ciertas condenas divinas («Ojalá Dios sea justo algún día…») para justificar la derrota.

Se puede coincidir o no en que River mereció mejor suerte ante Boca, pero hay un dato que es irrefutable: el 'millonario' no gana hace un mes. Las alegrías dependen mucho de lo que haga Gallardo. Si el 'Muñeco' anda peleado con la pelota (y consigo mismo, como el domingo), River lo siente y mucho. Y Gallardo lo sufre, y no sólo por River: el 'Muñeco' se está jugando una 'patriada' muy grande ya que podría ser uno de los convocados por Pekerman para los partidos por eliminatorias ante Ecuador y Brasil, lo que le abriría la puerta para volver a jugar un mundial. «Me estoy jugando el pasaje al mundial y no voy a rifarlo por problemas internos», amenazó el volante cuando el diferendo Ameli- Tuzzio estaba en plena ebullición.

¿Qué amanecer tendrá River el viernes?. El jueves ante la Liga de Quito, tendrá muchas respuestas a los interrogantes que hoy aturden sus días. (AR)