El trabajo al aire libre provoca estrés térmico
Labores que se realizan bajo el sol con altas temperaturas generan consecuencias. Deshidratación, fiebre, dolores de cabeza y mareo, síntomas del problema.
SALUD
NEUQUÉN (AN).- Carteros, policías, albañiles, petroleros, inspectores de estacionamiento y cadetes trabajan la mayor parte de su jornada laboral al aire libre.
La exposición a altas temperaturas puede provocar lo que se conoce como “estrés térmico”. La doctora Adelaida Goldman, del servicio de Emergencias del Hospital Castro Rendón, explica que el estrés térmico se da “cuando el organismo no alcanza a compensar los cambios de temperatura exterior”, puede ser tanto hipertermia (cuando la temperatura corporal supera los 38 grados) e hipotermia (cuando la temperatura corporal es inferior a 35 grados).
Los síntomas más comunes, enumera la doctora Goldman, son: deshidratación, fiebre, sudoración, cambios en los ritmos evacuatorios, dolores de cabeza, mareo, cansancio y déficit de concentración.
La semana entrante se prevén máximas de entre 32 y 35 grados hasta el viernes y 36 grados para el sábado y el domingo. “Río Negro” habló con dos policías que, relatan, no recibieron recomendaciones de sus superiores sobre qué hacer para prevenir el estrés térmico ni estaban al tanto del pronóstico. “Protegerse depende de cada uno”, cuentan los policías jóvenes que es el primer verano que trabajan, “cada tanto vamos a alguna unidad (policial) a hidratarnos, organizamos con algunos compañeros para que nos releven”. Trabajan en horarios rotativos entre las 8 y las 21, caminan las calles del centro o de los barrios “haciendo prevención”.
Nelson es inspector de estacionamiento del Sistema de Estacionamiento Medido (Sein) y cuenta que “otros veranos muchos compañeros han tenido colapsos, mareos o descompensaciones”. Trabaja desde las 8 hasta las 16 con un receso de media hora. Nelson también desconoce que esta semana la ciudad sufrirá una ola de calor y no fue informado por sus empleadores sobre los riesgos de la exposición al las altas temperaturas pero señala: “Nosotros como estamos siempre en la calle ya sabemos del agua y del protector solar de factor alto, además en las horas de más calor tratamos de recorrer calles con sombra”.
La doctora Goldman señala que para prevenir el estrés térmico hay que evitar las altas temperaturas, estar en espacios aireados y ventilados y resguardarse de la exposición solar el máximo tiempo posible, recomienda evitar la actividad física (al menos en las horas de mayor calor), resalta la necesidad de ingerir altas cantidades de líquido para prevenir la deshidratación y de usar protección en la piel, ya que el estrés térmico puede estar acompañado de quemaduras cutáneas asociadas.
Además, señala que hay que intensificar estos cuidados en niños, ancianos y personas que están bajo tratamientos diuréticos. Embarazadas, hipertensos, obesos, epilépticos, diabéticos o personas con patologías cardiorrespiratorias también deben estar más alertas ya que el riesgo de sufrir estrés térmico es superior.
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