El turf virtual suma adeptos en Neuquén
Las carreras de caballos de Palermo se ven en directo y se levantan apuestas on-line.
Matías Subat
NEUQUÉN (AN).-” ¡¡Vamos Agilino viejo nomás…!! ¡¡No me afloje Verde Overo!! ¡¡Apriete Falero, apriete…!!”, estallan los aficionados cuando palpita el final, las emociones se tornan incontenibles y afloran en gestos expectantes y gritos en medio de un clima exultante, que dura escasísimos segundos, pero ese desenlace es único, irrepetible.
“…y cruzaron el disco. Ganador el 4, a pescuezo sobre el 6, a dos cuerpos del 2…”, se escucha la voz modulada y uniforme del relator, contrastante con el griterío que lo precedió y que a esa altura sólo son comentarios y murmullos de alegría o desazón. Es el turf, una pasión que atraviesa al país de sur a norte y del mar a la montaña.
Y la escena se repite, con otros nombres de caballos pero en varias ocasiones sí con el del jockey, porque es una de las estrellas del momento en máximos circos hípicos del país, dos o tres veces por semana, no en el hipódromo local ni en el de Puente 83 de Cipolletti, sino en plena avenida Argentina, en el corazón del microcentro neuquino, en las esquinas de Belgrano y Colón, Belgrano y Combate de San Lorenzo o Chaneton al 1300.
Simultáneamente también en Plottier, Zapala y Chos Malal y en la agencia de esta última, vaya curiosidad, es donde mayor cantidad de apuestas.
Porque de eso se trata: de agencias de lotería y quiniela La Neuquina donde está instalado el Turfito, una modalidad de juego que instrumentó el Hipódromo Argentino de Palermo en diciembre último y que, de la mano de la tecnología –lo distintivo son los enormes y luminosos plasma que trasmiten las carreras y el agenciero pagando premios de inmediato–, ofrece esta alternativa a los aficionados de las carreras de caballos.
“Arrancó mejor de lo que imaginábamos. Es un producto como cualquiera, el tema es encontrar agencias que se interesen por tener el juego”, dijo Fernando Campoy, directivo de Palermo que coordina el Turfito.
Pero no los sorprendió tanto el incremento de las apuestas que van experimentando porque desde 2001 que tienen instalado el sistema en Cipolletti, que fue el primer lugar del país elegido.
“Teníamos una idea de cómo podría resultar, sabiendo que había mucha actividad del turf en Neuquén que la gran mayoría de los apostadores en Cipolletti venía de Neuquén. Vimos que se necesitaba la presencia del juego ahí”, añadió.
Lotería La Neuquina
La llave que permite el juego es la infraestructura tecnológica, administrativa y financiera de la lotería estatal neuquina.
“Nosotros sólo aportamos la infraestructura para la toma y el pago de las apuestas, pero el juego en sí lo administra el Hipódromo de Palermo”, dijo Enrique Nadal, a cargo de esta actividad en La Neuquina.
No obstante no lo sorprende tampoco el crecimiento del interés: “en cada localidad de la provincia, por pequeña que sea, hay una pista de cuadreras”.
Campoy y Nadal coincidieron en que Chos Malal lidera, lejos, las apuestas. “El turf, a diferencia de otros juegos, requiere un cierto conocimiento de parte del agenciero, que le explique a la gente qué es una apuesta a ganador, la exacta, la trifecta, un doble, un pick cuatro. No es una coincidencia que los agenciero que son aficionados al turf (Chos Malal, calle Chaneton) son los que reciben mayores apuestas”, dijo el primero.
Sostuvo que “el turf va más allá del juego, es un deporte, los aficionados disfrutan viendo su caballo favorito correr, cómo se desempeña, saben cómo rindió la carrera anterior, qué tiempo hizo en tal o cual distancia. Es una pasión, va más allá de la apuesta en sí”.
Las agencias pueden compartir las apuestas burreras con el resto de los juegos de Lotería La Neuquina.
La carrera se sigue a través de la pantalla.
Matías Subat
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