El último rastro, en la noche del lunes
FERNADEZ ORO (AC)- Hasta ahora se sabe que Otoño salió de su casa en bicicleta a las 7,30 de la mañana del lunes, como todos los días, para ir a la escuela. Circuló en dirección oeste por la calle Kennedy para recorrer los dos kilómetros que separan la chacra donde vive con su padre, la pareja de su padre y sus cuatro hermanastros (su mamá murió hace años), y fue a dejar el rodado a la vivienda de unos conocidos.
«Dejó la bici en casa a la mañana como siempre», contó Ester Zarrabeitia, mamá de una compañera de clases de la menor de 16 años. Cursa tercer año del CEM 14 de la ciudad.
Zarrabeitia dijo que Otoño nunca avisaba cuándo dejaba la bicicleta ni cuándo la iba a retirar. Ingresaba a la propiedad y salía, con confianza.
El lunes dejó ala bicicleta a la mañana y se fue a la escuela. Se quedó en el centro porque tenía actividad en la tarde. Fue a voley, estuvo con algunos amigos y antes de irse a su casa se encontró con su amigo-novio en la plaza. En algún momento, entre las 19 y las 20.30, ella o alguien retiró la bici de la casa de Zarrabeitia y la llevó hasta otra casa vecina, donde también acostumbraba a dejar su rodado.
Cerca de las 23.30 su novio la dejó en la parada de colectivos, en Cipolletti y San Martín (acceso principal a la ciudad). Y desde allí Otoño empezó a caminar por la ciclovía en sentido este. Aparentemente iba a buscar su bici para dirigirse a su casa. No era la primera vez que se iba tarde, aunque siempre mantenía contacto telefónico con su padre.
Un matrimonio que la conoce del pueblo la vio cerca del puente, a unas pocas cuadras del lugar donde se despidió de su novio. Esta vía de comunicación permite el acceso a la calle Kennedy, donde está su vivienda a unos 2.000 metros aproximadamente. Otoño iba con su mochila, «normal». Es el último rastro. Nadie más supo de ella.
Su padre empezó solo la búsqueda en la madrugada al ver que la joven no llegaba. No le avisó en forma inmediata a la policía, pensando quizás que podría encontrarla rápidamente, pero no fue así. A las 11 de la mañana del martes se acercó a la unidad policial y comunicó lo sucedido. Desde entonces empezó el rastrillaje.
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