El uso de la palabra «Victoria» fue el centro de lapolémica

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El reparto de volantes explicativos con las propuestas en las calles céntricas y la reiteración incesante de las publicidades televisivas de los aparatos más sólidos económicamente, fueron la marca final de las campañas políticas con vistas a la elección de mañana.

En realidad, el tono al comicio se lo puso la polémica interminable por el empleo del término Victoria, que corrió hasta cierto punto el eje de la convocatoria desde las propuestas de reforma de la Carta Orgánica hacia la más cruel interna justicialista.

De hecho los candidatos del resto de las agrupaciones que participan expresaron su preocupación por este giro, porque, deliberado o no, la palabra Victoria recorrió de manera incesante durante las últimas 72 horas la totalidad de los medios de prensa, desplazando el centro de atención.

Como sea, las últimas horas de ayer fueron dedicadas por la totalidad de los postulantes a convencionales a pulir su discurso con vistas a un debate en televisión por el Canal 6 que comenzaba anoche. Para algunos candidatos que no tuvieron oportunidad por escasez de recursos, esa aparición significaba la última chance de conectarse con los votantes.

Pero hoy en plena veda, todos los partidos estarán concentrados en la organización de la mecánica del comicio, sobre todo en relación con la instrucción a los fiscales de mesa. Por lo menos así será en las agrupaciones mayoritarias.

Sin ir más lejos, el senador Miguel Pichetto, que fue el principal impulsor de la campaña del Frente para la Victoria, llegará hoy a la ciudad, para palpar en el terreno un proceso determinante para sus aspiraciones políticas en la provincia.

Sus candidatos ayer se mostraban confiados con la marcha de la campaña y hasta última hora del día recorrían los barrios para discutir y recibir propuestas para la reforma.

El Frente desplegó una intensa campaña televisiva y en medios gráficos y a pesar de estar involucrado en la polémica con el PdV, sus candidatos ayer prefirieron mantenerse al margen y expresar el deseo de que todos pudieran competir el domingo (ver nota aparte).

La primera postulante de la UCR, Nelly Meana, ayer dedicó su tiempo para dialogar con instituciones intermedias. En rigor la UCR tuvo su cierre glamoroso el jueves con un acto en el gimnasio Pedro Estremador, al que asistieron unas 2.000 personas y donde se despachó sobre lo que llamó «la operación de desprestigio» de que fue objeto, y se mostró optimista sobre los resultados.

Luis Caram ayer indicaba a este diario que la falta de recursos había tornado modesta la difusión de la propuesta del MPP e insistía en que «la interna feroz» en el PJ había redondeado una situación «vergonzosa» para Bariloche.

En cuanto a los candidatos del PRO -que responde al macrismo en el orden nacional-, ajustaba ayer los detalles de organización para el domingo, en tanto unas 15 personas recorrían algunos barrios de los kilómetros y el Alto, casa por casa repartiendo volantes.

Una tarea equivalente llevaban adelante los militantes del ARI, ayudados por cuadros de otras ciudades rionegrinas. El titular del ARI local, Adrián Moreno, no ahorró críticas a la polémica del PJ a la que caracterizó como «una situación injusta, que afecta la credibilidad del sistema político», en tanto Mónica Elvira -primera en la lista- perfiló un panorama sombrío: «la gente no tiene ganas de votar; hay mucho desconocimiento».

Carmen Giménez, del Partido Socialista, celebró el apoyo de su partido a nivel nacional (Hermes Binner estuvo esta semana en la ciudad) y aseguró que cumplieron los objetivos que se habían propuesto, ya que pudieron llegar a la gente a través de los medios y sumaron militantes para el trabajo concreto.

Algo similar se piensa desde el Partido Comunista. El primer candidato, Arístides Terrile, afirmó que «cubrieron las expectativas». «Cumplimos la tarea militante de presentar nuestro proyecto a la sociedad y recordarle a la gente que el PC existe», dijo a este diario.

En cuanto a Rodolfo Rodrigo, del PdeV, envuelto en la polémica, aseguró que la avanzada judicial del FpV sirvió para sembrar confusión y lamentó el hecho de que fuera imposible «desarticular la operación en solo 24 horas».