El verano de Playas Doradas invita no sólo a los que quieren tranquilidad

Con una ocupación alta, la villa apuesta a diversificar su oferta para los visitantes.

PLAYAS DORADAS (Especial).- De la mano de una belleza natural sin igual, Sierra Grande lentamente se fue ganando un importante lugar entre las opciones turísticas que ofrece la costa atlántica rionegrina. Esta localidad ha fortalecido en los últimos años varios recursos de interés para el visitante, convirtiéndose así en un verdadero centro turístico de escala, ya que éste es el punto de partida para varias propuestas.

Al mismo tiempo, busca alternativas para captar a un nuevo segmento de turistas, que buscan algo más que tranquilidad. Es por ello que la aventura de conocer la mítica meseta de Somuncura y la práctica de deportes extremos en las sierras son algunas de las opciones que en esta temporada ofrece esta tierra del sudeste rionegrino.

Al mismo tiempo no queda afuera la posibilidad de recorrer los sitios que hicieron a la historia de Sierra Grande y guardan ricas memorias para quienes quieran descubrirlas. Aunque en este verano lamentablemente quedó afuera del paquete de posibilidades para el turista la excursión del turismo minero, por la paralización de las actividades por tiempo indeterminado.

Todo eso, sumado a las playas extensas de fina y caliente arena dorada, que le dieron el nombre a la villa balnearia, hacen que cada vez sean más los que están dispuestos a disfrutar de sus características y servicios.

Más turistas 

Pero Playas Doradas sigue recibiendo cada vez a más turistas. Este año la fuerte ocupación en la temporada recién se hizo sentir luego del primer brindis del 2004 y la villa por estos días está colmada de visitantes, tanto que su capacidad se vio limitada para ofrecer un lugar en alguno de los dos cámpings que funcionan.

Diariamente las consultas son recurrentes tanto en la oficina de informes como a través de los teléfonos de los que ofrecen alojamiento.

Ana María Alvarez es una prestadora que ofrece servicios de alquiler de viviendas y comentó al programa «Manteca beach», de FM 94.3 de Playas Doradas, que la semana pasada fueron incesantes las llamadas telefónicas de varios puntos de la región pidiendo un lugar para hospedarse, pero fue imposible conseguir.

Por ello, para quienes no hicieron reservas, es recomendable siempre cuando se hace un alto en Sierra Grande, antes de entrar a Playas Doradas, consultar los números telefónicos de algunos prestadores o familias que tienen sus casas disponibles, ya que en el tiempo que un turista deja la villa y se espera el ingreso de otro, suelen quedar algunas vacantes posibles para alojar aunque sea por una noche a los visitantes.

El recambio de la primera quincena vino de parabienes a esta villa balnearia: afortunadamente la ruta de ripio que une a Sierra Grande con Playas Doradas a lo largo de 28 kilómetros está en buenas condiciones, lo que otorga más seguridad al turista que no conoce los secretos de este camino.

Esta vía fue intensamente transitada desde el viernes pasado por quienes optaron por descansar en un lugar que ofrece calma y servicios.

Afortunadamente las buenas temperaturas se hicieron presentes en casi toda la semana pasada, cuando el calor alcanzó casi los 40 grados, lo que permitió que los turistas disfruten de las aguas del golfo San Matías, incluso hasta bien entrada la medianoche.

Una mirada por la 'Sierra Vieja'

Una alternativa para los que están en Playas Doradas y quieran hacerse una escapada a Sierra Grande es conocer los secretos de la historia que encierran los antiguos edificios que integran el casco histórico de la localidad. Este sitio está ubicado a unos tres kilómetros de la otrora capital del hierro en un lugar de privilegiada naturaleza llamado «La Rinconada», pero que en la localidad popularmente todos conocen como «Sierra Vieja», en razón de que allí se levantó uno de los primeros asentamientos poblacionales a principios del siglo pasado.

Algunos edificios, que aún se conservan a medias, son la antigua escuela 62, la casa del jefe de correos y el rancho de adobe de doña Jamaica Linares, al pie de las elevadas sierras de siluetas disímiles. El edificio que mejor se conserva es la antigua oficina de correos, construido en piedras de la zona, donde hasta el año pasado funcionaba el museo Duamn Ruca.

Sierra Vieja es un sitio usado por los residentes para pasar los fines de semana con la familia, la invitación también es extensiva para quienes quieran conocer algo más del lugar, acompañados por un orientador turístico y por qué no disfrutar de un asado a la sombra de los árboles que se conservan desde hace muchos años.

Nota asociada: VERANO 2004: El recambio pobló la capital de turistas 'de paso'  

Nota asociada: VERANO 2004: El recambio pobló la capital de turistas 'de paso'  


PLAYAS DORADAS (Especial).- De la mano de una belleza natural sin igual, Sierra Grande lentamente se fue ganando un importante lugar entre las opciones turísticas que ofrece la costa atlántica rionegrina. Esta localidad ha fortalecido en los últimos años varios recursos de interés para el visitante, convirtiéndose así en un verdadero centro turístico de escala, ya que éste es el punto de partida para varias propuestas.

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