El verano «explotó» en Las Grutas con 37,4º de temperatura máxima
El buen tiempo y los turistas se anticiparon al lanzamiento oficial de la temporada. Aún resta mucho por hacer en el balneario, pero lo de ayer promete un año alentador.
Ayer se lanzó el verano. Anticipándose a la fiesta de apertura, aún antes de que la estación más cálida del año comience formalmente, cientos de bañistas no desperdiciaron el sofocante calor de la jornada y se volcaron a disfrutar de las aguas templadas, agradables y transparentes de esta parte de la costa rionegrina.
El termómetro llegó a los 37.4 centígrados a las 17. Tal vez demasiado para los organismos aún desacostumbrados a tan alta temperatura.
Más de una decena de contingentes de estudiantes provenientes de distintas ciudades del país, matrimonios con niños pequeños que aún no alcanzan la edad escolar, parejas de jubilados que salen a respirar aire puro junto al mar, son los segmentos que más se ven a esta altura de la aún incipiente temporada.
Algunos snacks recién poniéndose a punto obligan en algunas bajadas a llevarse el agua caliente o correr a buscarla a algún negocio cercano para, con el marco imponente del golfo San Matías, saborear los clásicos mates playeros.
Este fin de semana, junto con la inauguración burocrática del verano, muchos comercios se sumarán a los ya existentes para brindar todos los servicios necesarios para que el turista disfrute a pleno de este balneario.
La arena de Las Grutas empezó a adquirir la imagen que luego perdura durante todo el verano.
Mucha gente dispuesta a tomar sol, correr por la arena, jugar al tejo o al fútbol o simplemente reposar bajo las sombrillas.
Hermosas sirenas con poca ropa lucieron sus figuras aún pálidas. Hombres de torsos desnudos las acompañaban o las miraban desde lejos, todavía sorprendidos al apreciar esas esculturas humanas que en enero se transforman en una sana costumbre.
Mucha bikini diminuta tiende a ser la onda del verano. En baja temporada, en las solitarias playas alejadas hubo topless y hasta algunos casos de nudismo que muy pocos descubrieron en Las Piedras Coloradas y adyacencias.
Ayer, las playas céntricas mostraron su mejor rostro. La bajamar se produjo cerca de las 16 y la arena se vio extensa, amplia, ideal para disfrutar con los chicos practicando deportes o caminando al aire libre.
Desde el mar, la villa se vio espléndida.
La nueva moda ya fuertemente instalada de los colores vivos en las construcciones rompe la monotonía del blanco mediterráneo que, no obstante, se mantiene en el paredón de la costanera, en el Mirador Azul y en otro importante número de edificios.
La simbiosis entre ambos estilos genera desde el mar un espectáculo único.
Recorriendo el balneario y observando con mayor detenimiento se encuentran todavía muchas pilas de escombros, muchos locales y viviendas en construcción y demasiados comercios cerrados.
Pero no faltará mucho para que el verano esté completamente en marcha. El clima y los turistas, por lo pronto, ya dieron ayer el primer paso.
Una jornada agobiante soportó la región
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A esa hora, en el balneario Río Grande de esta ciudad eran muchos los neuquinos que intentaban acomodarse en la devastada playa donde hace dos semanas se rompió un caño de agua por que el hubo que romper todo.
Y a eso se sumaron las defensas para contener la crecida del Limay, que también hacen su aporte al desastre general.
Con todo, los caños subterráneos, dejan escapar agua que hace burbujas en la costa, lo que hace presumir que debajo hay otras piezas rotas. Así lo hizo notar Horacio, un viejo habitante de las riberas del Limay, quien ayer se tuvo que ubicar a un costado de la toma de agua, en un rincón mínimo junto a los sauces.
A pesar de todo, la gente que pudo escapó hasta el río Limay para tratar de atemperar el calor que fue insoportable ya desde el mediodía, cuando el servicio meteorológico nacional registró 29 grados con cinco décimas. Desde allí se comenzaron a superar marcas.
Recién después de las cinco de la tarde, alguna nubes oscuras se apiadaron de los achicharrados neuquinos que se movían por el microcentro buscando retazos de sombra. El sol volvió a aparecer y aunque el termómetro retrocedió un poquito a las 20 se mantenía por encima de los 31 grados.
Desde la base del servicio meteorológico que funciona en el aeropuerto de la ciudad Neuquén confirmaron que los 35,5 de ayer fueron la máxima de la temporada, dado que superó por dos grados el registro de la semana pasada.
Un panorama similar se vivió en Roca, con un canalito disfrutado a pleno por la gente, como en las mejores épocas.
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