El Via Crucis teatralizado atrajo a muchos turistas a Sierra Grande
SIERRA GRANDE (Especial).- Una multitud de visitantes de los más diversos puntos de la región acompañó el acontecimiento más esperados de cada Semana Santa: el Vía Crucis teatralizado, una actividad que desde el año 2000 está en pie y atrae infinidad de fieles y además fusiona liturgia y cultura.
Este año la propuesta religiosa fue más allá de lo acostumbrado, ya que esta multitudinaria procesión tuvo tintes criollos, folclóricos y tradicionales que atrajeron el turismo religioso. Por primera vez, gauchos y paisanas acompañaron a un Cristo que por manto, llevaba un poncho tradicional.
Si bien todavía pareciera lejana la idea de transformar este acontecimiento en un hecho destinado a captar el turismo que se desplaza por la región durante el fin de semana mas largo del año, la actividad no decae e incluso mantiene una convocatoria firme que aumenta significativamente año a año.
La convocatoria formal a los feligreses católicos se realizó en ocasión de celebrarse el Viernes Santo en las sierras que rodean al lugar en un marco de belleza especial.
El Vía Crucis teatralizado partió desde las escalinatas de la parroquia «Nuestra Señora de Lourdes», se desplazó por las calles de la ciudad hasta llegar a un cerro que se encuentra próximo al club Círculo de hierro.
La cuidadosa representación del calvario de Jesús contó con la participación de un interesante número de reconocidos actores locales y, lo que es más, este año sumaron su participación los populares folcloristas Carlos Olmedo, Los Paz y La Calandria, al igual que las escuelas de danzas locales. También dijeron presente integrantes de agrupaciones gauchas que de a caballo acompañaron el encuentro y le agregaron el toque telúrico a la celebración religiosa.
El Vía Crucis teatralizado fue organizado por los fieles de la Parroquia Nuestra señora de Lourdes y contó con el apoyo de varios vecinos y la coordinación general del profesor Carlos Olmedo.
Es de destacar que todos los años la vestimenta de los personajes que participan del calvario de Jesús juega un papel importante porque le da un rasgo de naturalidad a esta ceremonia, como así también algunos libretos que transcurren en el acto.
Cada parada fue para cumplir con las 14 estaciones del tormento de Jesús, esta vez representado por Miguel Palferro, quien al finalizar el encuentro extendió sus brazos desde lo alto de una sierra representando la escena de la resurrección.
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