El viento dejó mucha fruta por el piso en el Valle
Cerezas y duraznos fueron los más afectados en Roca.En Cipolletti todavía no evaluaron los daños.
LA REGIÓN
ROCA y CIPOLLETTI (AR/AC).- Las ráfagas de viento de más de 80 kilómetros que azotaron el Alto Valle, generaron daños y pérdidas entre los productores de la zona. La cereza y la fruta de carozo fueron las más afectadas, aunque también hubo daños en otras especies. En algunos casos se detectaron pérdidas de hasta el 50%, aunque queda por cuantificar efectivamente el desastre.
Si bien todavía no se pudo hacer un relevamiento exacto de las consecuencias por las fuertes ráfagas, algunos chacareros de Roca advirtieron que la calidad de la fruta podría ser baja. Los frutos todavía son chicos, pero los vientos traen aparejados golpes, que en esta época del año pueden dejar marcas y hacer que el producto no sea de primera calidad.
“Nunca en mi vida tuve que sacar hojas de cereza de la acequia con una horquilla”, comentó sorprendido Carlos Jeldrezik, productor de la zona. Además aseguró que todavía es muy pronto para poder tener una evaluación final, pero calculó que la mitad de las cerezas se perdieron.
Indicó que los fuertes vientos de esta semana se suman a las complicaciones que trajeron las intensas lluvias de meses atrás. Y explicó que “por suerte esta situación se produce ahora, si nos hubiese pasado en época de cosecha es muy probable que nos quedáramos sin fruta”.
El viento no sólo trajo aparejado los perjuicios por los golpes sobre la producción y la caída de las ramas, también conlleva la posibilidad de multiplicación de algunas plagas como el piojo de San José. Estos insectos se posan sobre los frutales e incrementan los daños. Otro de los perjuicios que el viento produce es que la cura de la producción se ve atrasada y los tiempos se acortan de cara al momento de las cosecha.
El perjuicio en la frutas de carozo es otra de las preocupaciones para los chacareros. Si bien no sufrieron tanto daño como la producción de cerezas, sí se pudieron vislumbrar efectos menores en las plantaciones de ciruelas y duraznos que pueden generar un deterioro en la calidad. Todo esto incidirá directamente en los valores futuros, ya que los costos se incrementan y los precios serán menores a los esperados a principio de la temporada. Ya se pueden ver a las alamedas con un gran deterioro, algo que llevará tiempo poder recuperar. Y este tipo de plantaciones sirven como escudo para que la producción no sufra un daño mayor.
En tanto, los productores de Cipolletti todavía no realizaron una evaluación sobre el nivel de daño que generó el viento en los montes frutales. Hasta ayer, las ráfagas aún eran fuertes por lo que recién hoy, si mejoran las condiciones climáticas, comenzarán los recorridos para analizar la situación.
La presidenta de la Cámara de Productores de Cipolletti, Susana Álvarez, dijo que aún no había estimaciones del daño, aunque reconoció que los vientos fuertes no son buenos para la producción. “Estropean, desarman, rompen los frutos”, enumeró.
En Cipolletti y Fernández Oro, los productores han sufrido, en los últimos meses, tres inclemencias climáticas.
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