“El voto del infeliz que no terminó 6º grado vale tanto como el mío”

Por supuesto que esta expresión corresponde al candidato a gobernador por el PJ Carlos Soria. Es del 22 de mayo de 2007, después de perder la elección a gobernador. Me prometí guardar el recorte y escribir unas líneas en alguna oportunidad y no encontré una mejor que ésta. Mis abuelos –muchos abuelos, supongo, incluso los de Soria– y muchos de nuestros padres no tuvieron la oportunidad de estudiar por la época en que les tocó vivir: escuelas lejanas, necesidad de trabajar, otras realidades… La mayoría de ellos (nuestros abuelos) fueron quienes hicieron de este Valle el lugar donde hoy vivimos orgullosos de nuestras producciones, nuestra naturaleza y nuestro permanente desarrollo. Estos infelices que no tuvieron sexto grado nos legaron la cultura del trabajo, de las reuniones familiares, de la solidaridad, de la incondicionalidad con el amigo… valores que con el tiempo y el secundario completo muchos académicos fueron perdiendo. Soria tuvo la oportunidad de demostrar sus principios ideológicos, su honestidad y su valentía cuando integró las comisiones de juicio político y de justicia y la de lavado de dinero en Argentina, cuando presidió la Comisión de Asuntos Constitucionales y la Bicameral que hizo el seguimiento de la investigación de los atentados a la embajada de Israel y al edificio de la AMIA y cuando era jefe de la SIDE y disponía de dos millones de pesos diarios para usar indiscriminadamente, amparado en el secreto de su misión. Sin embargo, los recuerdos de su paso por estas funciones fueron una causa por encubrimiento en los atentados a la embajada de Israel y al edificio de la AMIA, una denuncia penal por lavado de dinero (salió sobreseído) y las muertes de Kosteki y Santillán tras su directiva como jefe de la SIDE de que “había que poner orden en Avellaneda para resguardar la democracia”. Los soristas justificarán a su candidato alegando que el Gringo es calentón, que sus comentarios se descontextualizan, etcétera. Particularmente, no tengo ganas de ponerme a pensar si no dijo lo que dijo, porque descreo de un proyecto de gobernador que tiene la boca tan cerca del inconsciente. Habrá quienes crean todo lo que él dice, incluso cuando decía que se despegaba del fracaso del FpV, criticaba a Kirchner y al justicialismo provincial (según consta en la nota a la que hago referencia) cuando ahora proclama todo lo contrario. Lamento que “el voto de Soria valga tanto como el del infeliz que no terminó sexto grado”. No creo que Soria esté a la altura de quienes llegaron de otros países y relegaron sus sueños en pos de legarnos este espacio en el que hoy vivimos sin mirar su pasado ni mencionar sus frustraciones, metiéndole para adelante. Carlos fue diputado por Buenos Aires, trabajó con Duhalde, habló mal de los Kirchner e hizo buenas obras en Roca, que a los que vivimos en el centro nos vienen muy bien. Con eso no alcanza, muchos infelices que no terminaron ni sexto grado entregaron sus bienes, sus horas y sus conocimientos para dejarnos una provincia mejor y a ninguno de ellos se le ocurrió decir que los felices que tienen un título (y el voto calificado) esperan estar en el Estado para utilizar los recursos públicos con el mismo fin. Sería más fácil para mí esperar las elecciones y no opinar, pero no puedo, siento que sería un cobarde si no expresara públicamente mi rechazo a tanto agravio del candidato justicialista, candidato que, por supuesto, no ha elegido la mayoría de los buenos peronistas que conozco. Alejandro Kunz, DNI 20.934.469 Roca

Alejandro Kunz, DNI 20.934.469 Roca

la foto del lector


Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios