El voto en blanco va ganando en Perú
La desconfianza hacia los candidatos Toledo y García lo situarían en el 35%
Buenos Aires (Télam).- El voto en blanco pasó a convertirse en la principal atracción de la segunda vuelta de las elecciones peruanas, infringiendo graves daños a la candidatura de Alan García y preocupando a Alejandro Toledo, estimó en diálogo con Télam el encuestador peruano Manuel Torrado.
Torrado, que es director de la encuestadora Datum Internacional, filial de Gallup en Perú, informó que sobre una encuesta de 2.000 casos registrada entre el 28 y el 30 de abril últimos, «el voto en blanco alcanzó un 35 por ciento de adhesiones, transformándose en la segunda opción electoral», detrás del candidato de Perú Posible, Alejandro Toledo.
«Lo que este sector de votantes está expresando es una falta de credibilidad en los dos candidatos y un descreimiento en la política», señaló Torrado.
«La gente que no votó por ellos en la primera vuelta y prefirió opciones como la de Lourdes Flores de Unidad Nacional, o de Fernado Olivera del Frente Moralizador Independiente, está diciendo que no cree ni en Toledo ni en García», agregó.
De hecho, según los datos que maneja Datum y los que difundió el Departamento Estadístico de la Universidad de Lima, los candidatos apenas logran conservar los guarismos de la primera vuelta, en la que Toledo obtuvo el 36% y Alan García, candidato de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) sumó el 26 % de las preferencias.
El punto de inflexión que marcó el ascenso vertiginoso de la opción por el voto en blanco fueron las denuncias del ex asesor de Toledo, Alvaro Vargas Llosa, y del periodista Jaime Baily, hechas el 22 de abril en el programa televisivo El Francotirador, que conduce Baily en el canal Frecuencia Latina.
En esa oportunidad, Vargas Llosa denunció la posible paternidad de Toledo de una niña y su negativa a realizarse un examen de ADN para que el hecho no fuera probado, así como la utilización en provecho propio de un millón de dólares donados por George Soros para las elecciones en las que enfrentó a Alberto Fujimori.
«En la última semana de mediciones el voto en blanco pasó del 26 al 35%», precisó el sociólogo Torrado. «Baily y Vargas Llosa dictaron la agenda política de las dos últimas semanas y crearon una opción que hasta entonces no tenía perfil», agregó.
Según los datos de Datum el voto en blanco se localiza preferentemente en los votantes de clase media y clase alta, es un voto esencialmente urbano y los gráficos dibujan una curva en la cual esta opción alcanza sus mayores niveles de aceptación a mayor cultura y preparación.
De este modo, en Lima, que contiene a un tercio del padrón de votantes, la opción por el voto en blanco supera a ambos candidatos, con un 40 % de adhesión.
El sociólogo peruano resaltó que el más perjudicado con la campaña Baily-Vargas Llosa es García, aunque las denuncias apuntaron a Toledo.
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