El Wolfsburgo se consagra en Alemania por primera vez

Sin tradición en Primera, goleó a Werder Bremen y se quedó con la Liga.

El Wolfsburgo dio este año una sorpresa que ni los propios fanáticos creían capaz de lograr: ser campeón de la Bundesliga. Felix Magath, el entrenador del flamante campeón, lo admite: «Antes de empezar el torneo, ni siquiera yo creí que íbamos a luchar por el título, y menos en conquistarlo». Al final, el título fue merecido: «No habremos tenido a los mejores jugadores, pero ofrecimos el mejor fútbol».

Wolfsburgo es una ciudad de apenas 120.000 habitantes, y junto con el club homónimo, son sinónimo de Volkswagen, el gigante automotor, dueño del club, que lo financia. Lo mismo que a la ciudad, fundada hace apenas siete décadas, cuando el régimen nazi dispuso instalar en ese lugar de Baja Sajonia la fábrica del que debía ser el «coche del pueblo», el «Volkswagen».

El complejo industrial, sus barrios obreros, las casas que fueron creciendo al lado de las fábricas, se convirtieron en la ciudad a la que le dieron el nombre de Wolfsburgo poco después de la Segunda Guerra Mundial y unas semanas más tarde, en septiembre de 1945, se fundó el club.

¡Campeones!

En las primeras décadas, «los Lobos» se movieron en las ligas locales y regionales, hasta que en 1995 fue finalista de la Copa de Alemania. Dos años después, los millones que le venía inyectando Volkswagen dieron los primeros resultados, al lograr el ascenso a primera división. Pasaron por allí los argentinos Andrés D´Alessandro, Juan Carlos Menseguez, Facundo Quiroga y Diego Klimowicz.

Sin embargo, los resultados no llegaban y la imagen de club gris no cambiaba y en 2006 y 2007 apenas logró salvar la categoría. Las cosas dieron un giro cuando Volkswagen, en 2007, contrató a Felix Magath, que venía de salir campeón dos veces seguidas con el Bayern Munich.

Magath es un tradicionalista, maestro de fútbol de vieja escuela, autoritario, jefe, y con el don de descubrir jugadores baratos, pero buenos. En la primera temporada logró un quinto puesto. Trajo al goleador Grafite y el bosnio Edin Dzeko, que se convirtieron en los máximos goleadores de la liga y hoy son codiciados por media Europa.

La columna vertebral del equipo la forman el arquero suizo Diego Benaglio, el enganche bosnio Zvjezdan Misimovic, italiano Andrea Barzagli y la dupla goleadora. No arrancó bien este año, y al término de la primera ronda, ocupaba un lugar acorde a su historia: noveno, a nueve puntos lejanos del entonces líder Hoffenheim.

Pero empezó la remontada con goleadas que sorprendieron, como el 5-1 al Bayern Munich con la que se adueñó de la punta en abril. No la iba a volver a dejar. Para Magath, el campeonato es algo especial y lo resumió hoy así: «Hace dos años asumí un equipo que era una montaña de escombros. Hoy somos campeones».


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