El zoo Luan de Neuquén sigue en la incertidumbre por el veto de una ordenanza

La reserva faunística “Luan” de Neuquén sufrió un nuevo revés luego de que se vetara la ordenanza 13890 que creaba una unidad municipal para mejorar su funcionamiento porque desde el municipio se consideró que esta tarea es responsabilidad de la provincia.

En medio de un funcionamiento siempre polémico, la normativa extendía la prorroga que le permite tener las puertas abiertas, esta vez por seis meses. El espacio fue creado hace 23 años en lo que era un predio aislado del barrio Valentina Sur, pero que actualmente está rodeado de casas, empresas y una institución educativa.

Según sus responsables, Marta y Esteban Zupanovich, el objetivo siempre fue cuidar a los animales que encontraban o que les dejaban. Si bien las críticas por parte de organizaciones ambientalistas podrían mostrarlos como contrarios a trasladar a las especies que se encuentran en la reserva, su postura es favorable y la plasmaron en el acta que firmaron en el 2008 con la Dirección de Fauna, aunque han pasado 10 años sin novedades, por lo que desconfían que esto vaya a ocurrir.

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En medio de esta incertidumbre, a fines de 2018 el Concejo Deliberante aprobó la prorroga de funcionamiento bajo la consigna de que se cree una “Unidad de gestión de análisis, evaluación y ejecución de planes de manejo del refugio faunístico”, para mejorar el espacio y realizar traslados en caso de que sea necesario. Sin embargo, los primeros días de enero la normativa fue vetada porque la actividad que se le asignó al nuevo organismo corresponde en realidad a la Dirección Provincial de Áreas Naturales Protegidas y Recursos Faunísticos, según la ley 2539. En el documento se resaltó que el Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Neuquén reconoció que el área de fauna provincial debe realizar el informe y comenzar las gestiones.

Otra vez se reinició el camino circular que deja a “Luan” en vacilaciones. La propuesta que se incluyó en el veto es que se aprovechen los seis meses prorrogados para que los profesionales de la Dirección provincial analicen qué especies deben ser liberadas y cuáles reubicadas. Desde la reserva se negaron a hacer declaraciones sobre lo ocurrido, aunque en oportunidades anteriores resaltaron que en la misma se protege a los animales que les llevan, sin recibir ningún aporte económico de parte del Estado y que la apertura al público buscaba ayudar a solventar estos gastos, además de generar consciencia.