Elecciones para Asamblea Constituyente

Los ecuatorianos eligen hoy la Asamblea que debe reformar su Constitución, por iniciativa del presidente Rafael Correa, quien aspira a una mayoría que le permita disolver el Congreso -dominado por la oposición- y aumentar el control estatal sobre la economía.

Los electores empezaron a acudir a las urnas desde primera hora de la mañana para designar a los 130 asambleístas con plenos poderes, quienes tendrán como misión redactar la vigésima Carta Política desde 1830. El comicio se inició con una ceremonia previa en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en Quito, a la cual asistieron el mandatario, así como delegados de la OEA, la Unión Europea (UE) y el Centro Carter, que observan el proceso. «Las elecciones son tremendamente complejas, pero también tremendamente democráticas», expresó allí Correa, quien enfatizó que la contienda «es justa y la más democrática de las últimas décadas». Según el mandatario, la futura Constituyente será «libre y soberana». Cerca de 9,3 millones de ecuatorianos están convocados a la cuarta elección en 11 meses para integrar el órgano deliberante, al cual postularon 3.229 candidatos. Antes lo habían hecho para elegir presidente en primera y segunda vuelta, y luego para aprobar en una consulta la Constituyente que propicia Correa. A través de esa Asamblea intentará regular la economía y terminar con la crisis política que impidió a sus tres antecesores culminar el mandato. Las mediciones oficiales e independientes auguran un triunfo del oficialismo, aunque difieren en el número de escaños. El movimiento País -de Correa- obtendría entre 65 y 68 curules contra 38 de los tres principales partidos de oposición, según una medición cerrada el sábado por la consultora privada Market entre 7.040 personas, con un margen de error +/- 3%. Por su parte, la encuestadora Cedatos-Gallup reportó una indecisión del 36%, un índice mayor con respecto de las anteriores elecciones, al cual se aferró la oposición para tratar de dar vuelta a los pronósticos. Las fuerzas adversas al gobierno se presentan divididas a esta votación, aunque con el mismo argumento: evitar que Correa concentre más poder, despache al Congreso e instaure un modelo económico que tildan de «estatista». El presidente, entretanto, anunció que dejará su cargo a disposición de la Asamblea y le planteará al mismo tiempo la disolución del Congreso unicameral, dominado por la oposición, por considerarlo «corrupto e incompetente». El jefe de Estado, quien gobierna con una popularidad del 56% en promedio, pretende ser ratificado y diseñar un marco constitucional ceñido al «socialismo del siglo XXI», que también alienta pero con otros matices su colega y amigo venezolano, Hugo Chávez. Según el mandatario, el poder legislativo sería asumido por un comité designado por los asambleístas que funcionaría mientras se llama a una nueva elección al término de la redacción de la Carta Política. Simultáneamente, Correa plantea fortalecer el rol estatal en la economía para acabar con lo que llama «la larga y triste noche neoliberal» mediante leyes antimonopolio. También propone recortar las facultades del Congreso para destituir presidentes y despolitizar tribunales y entidades de control, conformados actualmente por delegados de los partidos tradicionales. Los observadores han descartado tener indicios de un posible fraude, aunque también subrayaron la complejidad de la elección en la que los votos nominales y por lista tendrán un valor diferente a la hora de establecer resultados. No obstante, la oposición y el oficialismo intercambiaron a última hora sospechas por posibles irregularidades y anunciaron sendas vigilias al término de la votación. Alrededor de 80.000 policías y militares vigilarán el comicio, en el cual cada elector recibirá dos papeletas para designar a los representantes nacionales y provinciales. Para poder entrar en vigor, la nueva Constitución deberá ser luego sometida a un referendo a finales de 2008. De acuerdo con Cedatos-Gallup, el 65% de los ecuatorianos ignora que la Asamblea debe redactar el nuevo texto constitucional.


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