Elogios, críticas y dudas
El Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) anunciado por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, generó una serie de críticas por parte de los gobernadores opositores al tiempo que fue aplaudido por los industriales.
Gobernadores de las cinco regiones de Brasil y de todos los partidos políticos criticaron el carácter «inconsulto» del paquete de medidas. «El PAC tendría un resultado mucho mejor desde el punto de vista de las inversiones si tuviera una suma de esfuerzos entre el gobierno federal y los Estados. Es un grave problema la distorsión entre los presupuestos provinciales y el federal», señaló a su turno el gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
La principal objeción al programa se refiere a la renuncia fiscal de 6.600 millones de reales (unos 3.084,11 millones de dólares) para este año que sufrirán los gobiernos provinciales.
El presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), Paulo Skaf, dijo que en general la propuesta del gobierno es positiva, pero que faltan medidas para reducir «gastos y desperdicios» en el estado, es decir un ajuste. El espíritu y el concepto (del programa) es positivo. Y por encima de todo, prioriza el crecimiento del país», indicó Skaf.
Para Roberto Piscitelli, de la facultad de economía de la Universidad de Brasilia, el problema no es el conjunto de medidas del plan, sino que Lula deberá vencer resistencia en el legislativo, entre los gobernadores y además convencer a los empresarios «de que vale la pena invertir esa masa de dinero''. «El presidente Lula tiene tres frentes de batalla'', dijo Piscitelli . Son «el congreso, los gobernadores y los empresarios…y no hay ninguno fácil''.
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