«En Catriel tenemos derecho a la salud hasta un cierto límite»

Somos alumnos de Nivel Medio y en la asignatura Educación Cívica realizamos una recorrida por nuestro hospital público de Catriel.

Éste se inauguró en 1972. Las personas que consultamos fueron el personal de obstetricia, choferes de ambulancia, de rayos y auxiliares de enfermería. Les preguntamos qué atención brinda nuestro hospital y nos respondieron que la población recibe servicios de salud mental (psicología), ginecología, obstetricia, farmacia, laboratorio, rayos x, hemoterapia, traumatología, odontología (solamente extracciones), pediatría, kinesioterapia, inmunología, cirugías, guardias de urgencias, servicios de interacción y sociales, ecografías (un profesional viene todos los miércoles del Valle), consultorios médicos y de ambulancia.

Existe sin embargo un sinnúmero de servicios que podría brindar, pero no cuenta con personal profesional, ni con tecnología adecuada a las características de nuestra población.

También no posee terapia intensiva e intermedia para adultos y neonatología, servicios básicos para una población que cuenta con centros de mayor complejidad a más de 100 km de distancia.

Tampoco tiene oculistas, otorrinolaringólogos, psiquiatra, ni servicios de oncología ni cardiología. Necesita más pediatras ya que es una población que demanda mayor atención para los más pequeños.

Nuestro hospital ha quedado chico para la población actual de Catriel, su nivel de complejidad es cuatro, lo que resulta insuficiente para la actual demanda.

Asisten al hospital aproximadamente 15.000 usuarios por mes. Generalmente son las personas que no tienen obra social, sin embargo a veces vienen con obras sociales como PAMI, Petroleros e Ipross. También se atienden a personas de Peñas Blancas y Valle Verde ya que a estos lugares va un médico una vez a la semana en la primera y una vez al mes en la segunda.

Nuestro hospital cuenta con ocho salas de internación, las mismas que cuando fue inaugurado y que la población de Catriel era mucho menor. Éstas no dan abasto en la actualidad y con mayor cantidad de habitantes. Hay cuatro que se utilizan para casos generales y las demás son para niños, bebés o maternidad. Pero cuando no son suficientes, porque se saturan las habitaciones, hay que trasladar a algún paciente a la habitación de niños.

Esta institución depende del gobierno provincial de Río Negro y para mejorar el servicio de salud deberían invertir más presupuesto en recursos tecnológicos y en personal, mejorando sus sueldos y permitiendo que profesionales elijan trabajar en nuestro hospital público.

Si bien hay proyectos para mejorarlo, todavía no se llevan a cabo.

Nuestra población tiene acceso al derecho a la salud hasta un cierto límite, porque cuando llega un paciente grave se lo estabiliza, pero enseguida se lo deriva porque no cuenta con los suficientes recursos.

Sin embargo, lo positivo es que cuando hay un caso de emergencia se lo atiende enseguida. Y cuando las personas no tienen recursos, se les brinda el acceso a servicios de tomografías y otros tratamientos como diálisis, ya que el hospital cubre los gastos y realiza las derivaciones.

Muchos usuarios consultados advirtieron que si bien la atención del personal es muy buena y siempre hay alguien para atender las urgencias, sienten que existen muchas falencias por falta de recursos. Por ejemplo, una señora que tuvo un bebé por cesárea reconoció que tuvo suerte de que su pequeño no fuera derivado a Cipolletti, como ocurre en muchos casos por no contar con un servicio de neonatología. «No me hubiera gustado estar separada de mi bebé», expresó. Creemos que en Catriel no se tiene conciencia sobre lo importante que es el hospital.

Alumnos de 3° Bachiller.

CEM 21 – Catriel

Cem21@cotecal.net.ar


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