«En el caso Anzaldo, el sistema educativo noasumió su rol»
Integrante de la red voluntaria de abogados que apoyan a Poder Ciudadano, Barbieri es querellante en las causas de las mujeres que denunciaron haber sido abusadas por el ginecólogo de Cinco Saltos, Carlos Anzaldo.
¿Cómo ingresa a Poder Ciudadano?
Hice contacto con Poder Ciudadano en el período en el que la organización había iniciado amparos para que personas discapacitadas pudieran retirar su dinero atrapado en el corralito para operaciones y prótesis. Como era penalista no intervine hasta que, en el 2003, apareció un caso de transcendencia pública en la que la comunidad educativa de un colegio pedía por un chico que estaba detenido injustamente: Matías Cabrera. La coordinadora de Justicia de Poder Ciudadano se conmovió por el caso de Matías, que estaba detenido en Sierra Chica por un hecho que le imputaban haber cometido un día después de cumplir los 18 años. Luego de muchos trámites se logró que se le diera la excarcelación, pero pasó 11 meses en Sierra Chica.
¿Cuáles eran las circunstancias del caso?
Es un chico de un barrio muy humilde de San Martín, al que la Bonaerense le armó una causa para la estadística. Era por robo agravado por uso de arma. Lo particular del caso era que lo habían nombrado ese año mejor compañero, nunca había tenido antecedentes ni una entrada en la comisaría, estudiaba de día, trabajaba de noche… El colegio salió a pedir por él, hubo una carta de lectores de profesores y de la directora. En el 2004 le dieron la excarcelación. Está esperando el juicio
El armado de causas pareciera ser una cultura en lo que hace a la Bonaerense…
Sí, sí… A raíz de Matías, apareció otro chico que se llama Flavio Moyano que también estaba en Sierra Chica y era de la misma zona. Lo acusaban de homicidio en ocasión de robo, pero también era claramente una causa armada por la Bonaerense, porque el día que se cometió el hecho estuvo acreditado, desde que se inició la causa hasta que terminó, que Flavio había estado con el brazo derecho enyesado a raíz de una fractura de fémur; hacía dos días que estaba así y era imposible que hubiera sido él. Luego el ADN era negativo, el fiscal había pedido el sobreseimiento… Fue a juicio oral luego de dos años que el chico estuvo detenido.
¿Qué es? ¿Qué significación tiene luchar desde Poder Ciudadano?
Es defender a la gente ante abusos de poder… Asumí la defensa de Matías desde esa perspectiva y lo hice en representación de Poder Ciudadano. Luego surgieron otros casos y tareas: hace varios años que con otro penalista de Poder Ciudadano hacemos un taller para gente de la calle que tienen una organización con una revista que se vende en todo Buenos Aires. En el galpón en el que se reúnen se les explica cuáles son sus derechos, qué tienen que hacer si los detienen, qué es lo que pueden hacer y qué no. Lo de Poder Ciudadano es una actividad ad honórem y soy parte de la red voluntaria de abogados. Yo ejerzo de manera independiente y tengo mi estudio. Tanto el caso de Matías y de Flavio, como el de la querella de las chicas en general, no tienen que ver con el perfil de Poder que se encarga de temas ligados a la transparencia de la actividad judicial, controlar los poderes del Estado, corrupción, derecho a la información, acceso a la Justicia. Por ejemplo, con este nuevo proyecto del Código Penal se convocó a Poder Ciudadano para ver qué teníamos para decir, porque el Ministerio de Justicia convocó a todas las ong's. Colaboré como abogada de la red en esto.
¿Cómo se contactó con el grupo de mujeres de Cinco Saltos que le planteó el caso Anzaldo?
Ellas me contactaron por esto de que todos los caminos llevan a Roma. Una amiga mía estaba en contacto en Buenos
Aires con la nuera de una de las mujeres que integra el grupo. Integrantes del grupo me vinieron a ver, el caso me conmovió y se hizo el contacto con Poder Ciudadano. Ellos me preguntaron cuál era el interés público, porque en el caso de Matías como de Flavio había funcionarios de fuerzas de seguridad que habían armado causas.
¿Cómo ve a la comunidad de Cinco Saltos ante lo sucedido con Anzaldo?
Está conmovida y las autoridades educacionales, el sistema educativo, no asumieron el rol que debieron asumir. Es mi opinión.
¿Por qué cree que no lo asumieron?
Hubo varias irregularidades y cosas que se pudieron evitar. Durante varios años y en diferentes períodos educativos hubo chicas que en las clases de Anzaldo se retiraban porque se sentían incómodas. La escuela es quien, en esas horas que no están con sus padres, es su tutor legal y tiene la guarda y, si advertían algún tipo de situación irregular, debieron haber preguntado por qué había alumnas que se retiraban de clase.
¿Cuántas alumnas?
Hubo al menos cinco casos conocidos en diferentes años que durante las horas de Anzaldo lo pasaban en la cocina. Sólo una denunció abuso sexual y hay una causa que está en Fiscalía. Lo que me llama la atención es que a ningún encargado de la educación o adulto responsable en la escuela se le haya ocurrido preguntar qué pasaba. Luego y con posterioridad a la primera denuncia en marzo, me parece inaudito, más allá de que le hayan puesto un tutor hace poco a una de las denunciantes, que no hubiera una actividad para vincularla al colegio, de readaptación para integrarla. Hubo otra de las chicas que denunció una situación que no llegó a violación pero que sufrió un abuso y sigue en la escuela, que no tuvo contención y tiene problemas de adaptación.
Independientemente de integrar la querella, ¿qué opinión tiene de la situación?
Como en cualquier tipo de delito en contra a integridad sexual, una mujer se anima y esto le da valentía al resto para decir lo que pasó. Me llamó mucho la atención que mujeres que sabían que no podían denunciarlo porque su caso estaba prescripto porque el hecho había ocurrido hace 15 años, 17 años, se presentaron espontáneamente igual y están como testigos. Son mujeres casadas y con hijos, incluso gente que quiso denunciar cuando les ocurrió y que en la comisaría no le quisieron recibir la denuncia. Como en toda comunidad chica y tradicional no hay grises y las aguas están divididas a favor de las chicas o a favor de un hombre se presenta como presunta víctima de una campaña de desprestigio. Si esto no hubiera ocurrido en Cinco Saltos sino en la capital de la provincia o en Capital Federal, tal vez hubiera tenido mayor atención de las autoridades o no hubieran sido tantas las víctimas. Esto pasa por el tema de los derechos de la mujer y de saber que una mujer siempre puede decir no; y si no presta consentimiento y hay una relación sexual forzada y sin consentimiento es violación; y si no hay penetración igual es un abuso. Eso fue el disparador para empezar a debatir y lo motivó una acción de valentía. Las tres mujeres que se presentaron luego de que mi defendida denunciara, aseguraron que si ellas hubieran tomado valor para declarar esto antes, probablemente no estaríamos en esta situación.
¿Qué opinión tiene del cambio que se pretende hacer del Código Penal?
Cuando nos expedimos como Poder Ciudadano planteamos que entre que reformen el Código Penal y el Procesal Penal de la Nación, sin duda, se prefiere que sea el Código Procesal. La reforma que se pretende hacer no creo que tenga el acuerdo político para que entre en vigencia. No voy a discutir la cuestión de fondo de reducir las penas que pasa por una cuestión de análisis de política criminal y criminología; sino en cuanto al proyecto en sí no tiene demasiada técnica legislativa y pequeños logros como últimas reformas que tuvo el Código, los deroga. Como dijo Zafaroni: cualquier proyecto de Código Penal que tenga incorporado lo que es el aborto, por una cuestión política, no va a salir.
También se planteaba considerar abuso sexual lo que ahora se tiene por violación por sexo oral…
Pasa con la fellatio. Desde que se reformó el capítulo contra la integridad sexual, hace como cinco años, no hay discusión de que la fellatio in ori es violación.
Respecto del aborto no se introduce la discusión de la despenalización…
Tanto en lo que se plantea del aborto como en lo que es eutanasia, se quedaron a mitad de camino. Es un híbrido: no dicen que el aborto es punible, ni una causal de justificación, ni una excusa absolutoria. En el caso de la fellatio, si bien la redacción del capítulo reformado no es todo lo clara que debió haber sido, en la discusión parlamentaria queda en claro que el fundamento de la nueva redacción es considerar la fellatio in ori como una violación.
Pero en el proyecto se lo estipula como un abuso sexual…
En el proyecto del Código Penal nuevo que no creo que salga, pasa a ser un abuso sexual sin acceso carnal. No sólo reduce las penas sino cambia la calificación, que es lo grave.
PERFIL
Rina Barbieri tiene 31 años y es abogada penalista. Se recibió en la Universidad Nacional de Buenos Aires con la orientación penal y actualmente es ayudante de primera en la cátedra «Elementos del Derecho Penal» en la UBA.
En el 2002 hizo un posgrado en Criminología en la Universidad de Salamanca, en España. A su regreso finalizó la especialización en Derecho Penal de la UBA y recientemente participó de un seminario de Derechos Humanos que se llevó a cabo en Madrid.
Se vinculó a Poder Ciudadano en el 2003. Participa activamente en la red de abogados que colaboran con la ong y, en representación de Poder Ciudadano, integra la querella de las víctimas que denunciaron haber sido violadas por su profesor de biología, el ginecólogo Carlos Anzaldo, actualmente procesado y a la espera del juicio oral por la primera de las denuncias que está en la Justicia.
SHIRLEY HERREROS
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