En el «Cilindro» se juega mucho más que un clásico

Rácing y Ríver será como una final adelantada en el torneo Apertura. Comenzará a las 17:10.

El líder Rácing Club y su escolta Ríver Plate se enfrentarán esta tarde en Avellaneda para darle forma a un clásico que, o bien puede definir el torneo Apertura a favor de la «Academia» o, por el contrario, puede otorgarle una gran dosis de suspenso a las tres fechas finales del Apertura.

Un triunfo le allanaría a la «Academia» el camino hacia el título doméstico que se le niega desde hace 35 años, ya que en ese caso le sacaría ocho puntos de ventaja a Ríver a falta de nueve por disputar.

Rácing también recibiría con los brazos abiertos un eventual empate, toda vez que le permitiría conservar los cinco puntos que le lleva actualmente a su más inmediato perseguidor.

Si gana Ríver, en cambio, los dirigidos por Ramón Díaz se acercarían a dos puntos del líder, acrecentarían sus chances de soplarle la corona y le pondrían mucha más pimienta a las últimas tres fechas del certamen.

Cuando el árbitro Héctor Baldassi ordene el inicio del juego a las 17.10, en el estadio de Rácing seguramente no entrará una sola persona más: las entradas están casi todas agotadas y se espera una recaudación cercana a los 600 mil dólares.

La trascendencia del choque también queda reflejada en el importante operativo de seguridad que montará la policía bonaerense, con mil efectivos.

Mientras Rácing viene de tener libre el fin de semana pasado por haber adelantado (y perdido 3-1) su partido ante Boca, Ríver le propinó un contundente 4-1 a Chacarita.

Reinaldo Merlo optó por el colombiano Gerardo Bedoya para reemplazar al suspendido José Chatruc y recién develará antes del clásico la única duda que dice mantener: Diego Milito o Rafael Maceratesi para acompañar a Maximiliano Estévez adelante.

La formación de Ríver ya está confirmada desde el jueves, cuando Ramón Díaz decidió repetir por primera vez en el torneo la misma formación que en la fecha anterior. (DyN)

Huracán y Belgrano se sacaron cero, en un partido para el olvido

BUENOS AIRES (DyN).- Huracán y Belgrano jugaron anoche en Parque de los Patricios uno de esos partidos en los que el cero a cero definitivo es muy fácil de adivinar mucho antes de la finalización, por la escasez de ideas, de figuras destacadas y de relieve general para el espectáculo.

A tres fechas de la culminación del Apertura, Huracán, en la antesala del clásico frente a San Lorenzo de Almagro, suma sólo diez puntos, hundido en los últimos puestos y con un promedio (1,203) que lo ubica apenas por encima de la zona de Promoción.

Belgrano, invicto como visitante, reúne 25 puntos, pero con su magro promedio (1,097) sigue en zona de descenso directo, sólo por arriba de Banfield.

El primer tiempo fue menos que pobre, caracterizado por mucha marca, las constantes imprecisiones y, por sobre todo, la falta de situaciones de riesgo.

Huracán tuvo la pelota por más tiempo, pero eso de muy poco le sirvió, porque no tuvo cambio de ritmo en los últimos metros, con lo que la defensa de Belgrano lo espero sin mayores contratiempos.

Recién a los veinticuatro minutos se produjo una acción de cierto compromiso para los cordobeses, cuando Soto, que recibió una pelota enviada hacia atrás por un rival, Priotti, ingresó al área por derecha y remató por sobre el travesaño.

Belgrano respondió en el minuto siguiente a través de Grana, quien tampoco recibió de un compañero sino que capitalizó un rebote en Lobos para disparar recto a la posición del arquero Ríos.

En el segundo tiempo Huracán intentó ser más agresivo, en especial con el pase de Luis González a la posición de volante derecho y los encuentros de Soto y Buján sobre la izquierda.

Sin embargo, fue Belgrano el que rompió la monotonía a los nueve minutos a través de Obolo, quien remató sorpresivamente desde cincuenta metros y obligó a Ríos a desviar al córner.

Hubo poco más hasta el final, pero nada trascendente como para romper con la igualdad.

•Fue para «Chaca»: Por la mejor tarea realizada en el primer tiempo y aprovechando al máximo las situaciones que se le presentaron, Chacarita Juniors venció anoche por 2 a 0 a Lanús que levantó su rendimiento en la segunda parte, aunque extrañó demasiado la presencia de su goleador Diego Klimowicz, recientemente transferido al fútbol alemán.

Los goles del equipo funebrero fueron anotados por Carlos Moreno y Jorge Quinteros, uno en cada etapa. Ambos equipos finalizaron con uno menos al ser expulsados por el árbitro Fabián Madorrán los defensores Santiago Hoyos en el local y Leonardo Ramos en los de San Martín.

Con esta derrota, los «granates» volvieron a entrar en la zona más comprometida previa a la Permanencia por su flaco promedio del descenso.


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