En el PJ barilochense el consenso está muy lejos
En la carrera por la comuna de Bariloche hay muchos nombres, pero los acuerdos parecen estar muy lejos. Quedan pocos días para elegir el candidato y hasta ayer
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La dilatada negociación interna que lleva adelante el justicialismo para elegir su candidato a intendente quedó trabada por una puja de intereses en el que cada día surge un nombre nuevo y el consenso parece cada vez más difícil.
A la Unidad Básica local le queda una semana para determinar un nombre, que luego será ratificado por el congreso provincial del partido, ante la anulación de las internas. Pero hasta ayer existían no menos de seis precandidatos en danza y ninguno con voluntad de «bajarse».
El último aspirante que se sumó a la lista para ser intendente es Gustavo Llull, un afiliado que trabaja como oficial de Justicia y muchos vecinos identifican por su intervención en embargos y desalojos.
Junto a Llul se mantienen en carrera el concejal Ricardo Ledo, el sindicalista de Luz y Fuerza Jorge Lagos y los abogados Rodolfo Rodrigo, Gonzalo Madrazzo y Víctor Carcar, este último también sindicalista de UOCRA.
El temor de muchos dirigentes locales es que la pulseada se encarnice cada vez más y resulte imposible reunir consenso detrás de un solo nombre. En el caso de que el PJ barilochense lleve dos o más nombres al Congreso, la decisión final recaería en el pleno de ese cuerpo, donde hay representantes de toda la provincia.
La presunción es que llegado ese caso será decisiva la influencia del candidato a gobernador, Carlos Soria, quien desde hace tiempo se muestra preocupado por la escasa intención de voto de los precandidatos barilochenses y alienta la idea de proponer a la intendencia «un barilochense con perfil de pionero», aunque sea extrapartidario.
El legislador Juan Bolonci dijo que no tiene una preferencia personal para el cargo en disputa e insistió en que cualquier decisión «debe realizarse en el marco del consenso y del equilibrio, y en total sintonía con el candidato a gobernador».
Consideró que una vía de solución para dirimir la pulseada podría ser la realización de una encuesta de 400 ó 500 casos, «que se hace en un par de días».
Esa variante fue desacreditada por el titular de la Unidad Básica, Marcos Catalán, quien opinó que «para una encuesta no dan los tiempos y además habría que ver quién la paga».
Dijo en cambio que están buscando la manera de realizar «una reunión ampliada de afiliados» en un salón donde quepan no menos de 300 personas, para que los precandidatos expongan sus proyectos y razones, como lo están haciendo en estos días ante los 12 miembros de la UB.
También complica las cosas la presunción de que los congresales de Bariloche no estarían dispuestos a acatar mansamente lo que resuelva la Unidad Básica, pese a que Soria pidió que este último órgano sea el que defina la candidatura. En los hechos, no tienen obligación de cumplir con ese mandato.
El concejal Ledo (que es impulsado por el kirchnerismo y por la fracción de Juan Carlos del Bello) podría correr con alguna ventaja, pero Soria no lo digiere. Su candidato preferido, entre los posibles, sería Rodrigo. Aunque el legislador Cortés, a quien responden la mitad de los congresales barilochenses, sigue levantando la postulación de Madrazzo.
El tira y afloje continúa, a riesgo de que el encono entre sectores termine restando posibilidades al PJ en la general, a pesar de que fue lo que buscaron evitar.
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