En invierno mejora
Los entendidos manifiestan que no hay distinción de género ni de edad para el padel. “Te divertís jugando en cualquier nivel, te sentís competitivo”, dice Claudio Bobadilla, voz autorizada en lo deportivo, y en el negocio también. La posibilidad de utilizar el rebote en las paredes a favor posibilita que sea un “deporte para todos, sin realizar tanto sacrificio físico”, afirmó Marcelo Ducas. En esta ciudad, una hora y media de padel cuesta entre 280 y 340. La reserva de turnos varía a diario pero se mantiene una constante asistencia de entre 120 y 180 jugadores a la semana. Y la época del año influye: “En verano baja por el calor, las vacaciones, y eso conlleva la merma en el rubro (cuenta Castañeda). Pero en los meses posteriores, más en invierno, la gente vuelve a jugar y se llenan las canchas”.
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