En la cocina: ¡Ahora, el minué..! 11-12-03

Entré a la Legislatura para asistir a la jura de Miguel Saiz, sentí olor a incienso y supe que en la inmediatez estaba mi jesuita preferido y flamante diputado nacional Fernando Chironi.

– «Nano»- le dije -¡Hace tres años eras el «che pibe» del partido!…Habías perdido todo: el comité Viedma, la presidencia de bloque…Verani quería mandarte a militar a Somuncura!… ¡Y ahora…mirá dónde estás!… ¿Cómo hiciste?… ¡Inesperado!- le dije y me miró con la frialdad y las controladas ambivalencias propias de la Orden Jesuita.

– ¡Eduardito, Eduardito!…¡Ya lo decía mi maestro San Ignacio de Loyola :»Lo esperado y lo inesperado terminan y vuelven a comenzar como el sol y la luna. Siguen un ciclo de muerte y de vida como las cuatro estaciones».

– «Nano», ¡ésa no es de Loyola!- le dije y él, levantándose la solapa y con el tono que mejor le sale, el de conspirador, me respondió:

– ¡Sabés las cosas que le hacemos decir a Loyola! ¡Lo cito para irritar a los salesianos!

– ¿Por?

– Porque de esa manera transfiero irritación a Verani… Y vos sabés que para un salesiano, los jesuitas son la peste bubónica…

– ¿Por? – pregunté.

– Los jesuitas los desprecian… se consideran más talentosos y además dicen que los salesianos sólo sirven para pedir guita, amarrocar guita y hacer campamentos con los 'boy scouts' para sacar guita… «¡Gente simple!», dicen y los salesianos se ponen locos…

– ¿Y qué tiene que ver Verani en esa gresca casi milenaria?

– El «Gringo», por tipología, es pro-salesiano y yo quiero devolverle una a una todas las que me hizo: ¡cuando me mandó los colectivos desde Roca y me hicieron quilombo en Viedma, donde yo era intendente!… ¡Cuando no me cumplió la promesa de respaldar mi permanencia como presidente del partido!…¡Me las paga- dijo «Nano» y con sonrisa sólo posible en un Borgia, saludó a Verani a la distancia con una vaticana inclinación de cabeza y me miró…

– ¡La política, Eduardo, es como la música: no basta una vida para conocer sus infinitas combinaciones!- dijo y lo vi irse y hasta que alguien interrumpió mis reflexiones: Daniel Sartor, flamante legislador…

– ¡Eduardito!…¡Sangre joven en nuestro bloque de diputados radicales!… ¡El albor del nuevo radicalismo!…¿Qué me contás?… ¡Mirá los pibes que traemos a las bancas!- me dijo riéndose y señalando un rincón donde estaban Oscarcito Machado, Marta Milesi, Any Piccinini, Bautista Mendioroz, Jorge Pascual…

Intercambié algún párrafo con «Fino», giré y me topé con el mate y las cejas de gallego que, aunque no sea gallego, tiene el vice y líder de la Legislatura, Marito De Rege…

– ¡Estoy preocupado!- dijo, mirándome fijo y juntando las cejas a punto de inquietarme, acotó:

– Hablé con Machado… ¡me quiere bajar línea en un idioma que no entiendo!…¡No, no me habla con palabras, sólo con vocales!… «e…o…a…u…i…ooo…aaa…uuu»… y de tanto en tanto, alguna palabra…»e…aaa… el parti-do…iiii…u». Y creo que en un momento, el «Macha» dijo algo más…

– ¿Qué?- le pregunté a Mario.

– En medio de un «eee…uuu…aaa», creo haber escuchado un «…iii…iii…i ¡te vamos a hacer de goma, Marito!» ¿Qué me habrá querido decir el «Macha» con eso, Eduardito!

– ¡Nada, Oscar nunca dice nada!- respondí.

– ¡Ah!, me quedo tranquilo…

– Sí, sí…Oscar nunca dice nada, ¡hace!- señalé y de golpe me encontré con el flamante gobernador…

– Doctor Saiz, ¡felicitaciones!

– ¡Gracias, gracias!.. ¡En fin, tarea dura!

– ¡Doctor, en el mundo de los toros dicen que la medida de la audacia y la imaginación del torero, es la calidad de su faena!- le señalé, un apretón de manos y fui en procura de un tinto…

Eduardo Gilimón

Nota asociada: Manda Saiz, que al asumir prometió un gobierno honesto  

Nota asociada: Manda Saiz, que al asumir prometió un gobierno honesto  


Entré a la Legislatura para asistir a la jura de Miguel Saiz, sentí olor a incienso y supe que en la inmediatez estaba mi jesuita preferido y flamante diputado nacional Fernando Chironi.

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