En la lista de expulsiones de la UCR el siguiente es Quiroga

BUENOS AIRES (DyN).- El titular de la UCR, Gerardo Morales, desestimó ayer el pedido de renuncia que hizo público el vicepresidente Julio Cobos y le pidió que «se calle la boca porque no es afiliado» del partido opositor, que profundizó su crisis tras el acercamiento al kirchnerismo de su ex socio político Roberto Lavagna.

«Vamos a impedir que el gobierno logre la conducción de la UCR, y lo ponga en manos del radicalismo K», insistió Morales en diálogo con DyN, al tiempo que adelantó que «posiblemente» la Junta de Disciplina partidaria expulse al ex intendente de Neuquén y actual funcionario de la Cancillería, Horacio «Pechi» Quiroga.

Quiroga, uno de los pocos «radicales K» que logró un cargo en la administración de Cristina Fernández de Kirchner, es señalado como un probable adversario de Morales en una futura ofensiva de los rebeldes para quedarse con la conducción partidaria.

«No pueden hacer negocios con el gobierno y pertenecer al radicalismo», justificó Morales, al tiempo que confirmó que los integrantes de la cúpula parti

daria emprenderán el próximo jueves una gira por el interior para ponerse en contacto con «los 3.200.000 votantes» de la fórmula presidencial que compartió con Lavagna.

Morales reiteró además que no hay posibilidad de que Cobos retorne a la agrupación tras su paso al kirchnerismo y advirtió que Cobos «tendría que renunciar a la vicepresidencia si quiere volver» a integrar el radicalismo.

Según comentó, el mensaje que llevarán a la gente es que «nosotros no desertamos y que nos seguimos manteniendo como partido opositor al gobierno», en contraposición al ex ministro de Economía, que se acercó al oficialismo en la última semana.

El senador jujeño también se refirió a recientes declaraciones del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien le sugirió a la UCR que tenga «un poco de amplitud» para actualizar la agrupación, e ironizó: «Ahora lo único que falta es que dé instrucciones de qué hay que hacer en la UCR».

Dirigentes históricos del partido como Rafael Pascual y Enrique «Coti» Nosiglia abogan por la inclusión gradual de los radicales disidentes en la estructura partidaria, pero Morales desechó esa alternativa. En ese marco, enfatizó que «vamos a seguir combatiendo a los sectores tradicionales del partido que tendrían que cerrar la boca y dar un paso al costado, pero que, en cambio, también están trabajando con el gobierno para que la UCR termine siendo funcional» a sus intereses.