En la región se siguió la evolución con ansiedad

Hubo misas por su salud y los obispos opinaron sobre la misión del Papa

La región siguió con ansiedad las informaciones que llegaban desde El Vaticano acerca de la evolución de la salud de Juan Pablo II. En iglesias y catedrales de las distintas localidades se rezó por el Santo Padre, al tiempo que los obispos dieron a conocer sus opiniones sobre el papa.

En Viedma, la misa de las 19 por lo general se realiza en una pequeña capilla, pero ayer debió ser oficiada en la catedral ante la cantidad de fieles que concurrieron, colmando la capacidad de la iglesia. El obispo Esteban Laxague resaltó la figura de Juan Pablo II y pidió que la comunidad rezara por él. Además las puertas de la catedral se abrieron a las 14 en coincidencia con la misa que se ofició en el Vaticano para quienes desearan concurrir a pedir por la salud del Papa.

Los fieles de Roca rogaron anoche por la pronta mejoría del papa y manifestaron de esta forma su cariño y respaldo espiritual. La misa de las 20, en la que participó el obispo del Alto Valle, Néstor Hugo Navarro, sirvió para que se pida por la recuperación del sumo pontífice.

El obispo de Viedma, Esteban Laxague definió al papa como un «defensor de la vida, un hombre que siempre abogó por los más pequeños, los más sufridos. Luchó para que todo ser humano pueda vivir de verdad como hijo de Dios en esta tierra y me parece que fue una característica de este pontífice que la historia nos regaló en estos largos años».

El prelado viedmense vivió las últimas horas del Sumo Pontífice en un clima de oración y de serenidad «sabiendo que, a lo mejor, este es el gran momento del Papa del encuentro con Dios que seguramente ha ido preparando desde hace mucho porque ¿cuántas veces nos invitó a vivir con la mirada puesta en el cielo?. Lo vivo con la serenidad que nos da la fe, sabiendo que la muerte no es algo trágico sino la puerta que nos abre a la eternidad».

Laxague recordó que cuando en abril de 1987 Juan Pablo II visitó Viedma él cumplía funciones sacerdotales en Bahía Blanca, ciudad en la que tuvo contacto con el Papa y para esa misma oportunidad al terminar su recorrido por la Argentina también se entrevistó con el Sumo Pontífice en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud el domingo de Ramos en Buenos Aires.

El obispo viedmense también recordó que la última vez que estuvo con el Papa fue en abril de 2002 en Roma en un encuentro de salesianos. «Tuve la oportunidad de estar en la plaza en el Vaticano un domingo de Ramos y luego en la beatificación de don Artémides Zatti», destacó La

xague.

Por su parte, el actual obispo del Alto Valle, Néstor Navarro, recordó que «en 1987 tuve la dicha y la oportunidad de recibirlo cuando era sacerdote en Bahía Blanca» y calificó al actual como «un momento importante en la vida. Juan Pablo II fue una figura muy destacada durante gran parte del siglo XX».

Navarro señaló que los viajes del máximo representante de la Iglesia Católica por todo el mundo marcaron una gran cercanía con la gente. «No es que antes los papas no viajaran pero él viajó muchísimo. Antes los fieles iban hacia el Papa. En cambio él fue hacia la gente». Además rescató como un elemento a valorar el hecho de haber continuado con sus visitas a través de todo el mundo aún cuando su salud comenzó a mostrar signos de deterioro.

Por su parte el obispo Fernando Carlos Maletti dio «gracias a Dios por este padre pastor que me confió en el año 2001, el servicio pastoral en la Iglesia particular de San Carlos de Bariloche» y señaló «tres características de Juan Pablo II».

«1.- Es un hombre de Dios, al servicio de la gente: Su vida de oración personal, comunitaria y litúrgica; y su vida de acercamiento a todos, con

firman una síntesis de lo que está llamado a ser todo cristiano. Con un oído en Dios y el otro en la gente. Desde ahí su contagiar tanta esperanza.

«2.- Es un hombre laborioso: Posee la cultura del trabajo. No le ha escapado a nada de lo que le ha tocado emprender, y a su vez, de tanta imaginación, que realmente hizo de su actuar cotidiano un canto a la creación de Dios, y al ingenio y creatividad humanos».

«3.- Es un hombre humilde: Lo ha demostrado siempre, y señalo tres ejemplos: En el modo de integrar su Polonia natal con la mirada de una Europa que recibía al «Papa que viene de lejos»; con su presencia profética ante los poderosos, los sabios y los ricos…; y ahora, no teniendo ninguna vergüenza ante los grupos y las multitudes de ser visto (el otrora deportista dinámico) con sus achaques, sus debilidades y su enfermedad».

(AV/AR/AB)

Nota asociada: La Catedral neuquina, colmada  

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