En la Rosada ya insinúan que cae D'Elía

Nació como una sociedad política natural, salvaje e insustituible. Eran los años de construcción política de Kirchner, con el franco objetivo de destruir el poder duhaldista. Lo que prometió ser un matrimonio para rato se ha deteriorado en las ultimas semanas por varios millones de pesos y un claro desengaño ideológico.

Varias fuentes consultadas por este diario dieron por descontado el deterioro de la relación personal y política entre el presidente Néstor Kirchner y el subsecretario de Vivienda, Luis D´Elía, quien fue un gran dique de contención en la protesta piquetera post crisis del 2001.

«Ojalá», contestó tajante un colaborador del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, cuando se le consultó sobre la posible renuncia de D´Elía a sus funciones ejecutivas. El pensamiento central de la Casa Rosada es que ha cumplido una etapa y ha acumulado demasiados errores en los últimos tiempos, como por ejemplo la toma de una comisaría y su arremetida violenta contra el magnate norteamericano Tomkins, a quien quiso expropiar una estancia en la provincia de Corrientes.

Del lado piquetero, en cambio, sostienen que «Don Luis» se cansó de esperar los recursos económicos – cerca de 300 millones – prometidos a su área para llevar adelante políticas sociales que solo controla el ministerio de Alicia Kirchner.

Además, ponen de relieve que existe encono ideológico, ya que el dirigente social era de los que pensaba que una vez reconstruido el poder político del Presidente, el gobierno rompería con sectores tradicionales del peronismo. «La mafia», según su caracterización. Sin embargo, los graves incidentes provocados por camioneros y obreros de la construcción en San Vicente, y el posterior respaldo de ministros del PEN al titular de la CGT, Hugo Moyano, terminaron de convencer a D´Elía que los cambios deseados por él están lejos de generarse.

«Sabe que el preferido del Presidente sigue siendo Moyano y eso le genera crispación», sostuvo un estrecho colaborador del subsecretario de Vivienda, aunque D´Elía prefirió bajarle el tono a la confrontación cuando habló anoche con «»Río Negro» (ver recuadro)

Desde la Jefatura de Gabinete dieron cuenta de diversas desprolijidades administrativas que en el diseño del organigrama burocrático debieron salir a corregirse para que no quedara sobredimensionada el área de colaboradores de D´Elía. Seguramente la oposición estará muy atenta a este capítulo de cortocircuitos, ya que D´Elía es una «cabeza» que cotiza en las aspiraciones que impulsan estos sectores.

D´Elía, por estas horas, prefiere el bajo perfil ya que sabe que la definición está de su lado. Pero también está prevenido pues tiene la certeza que quien se enoja una vez con kirchner, puede ser para siempre.

HORACIO CARIDE