En la soga solo había rastros de Ruth

El informe del laboratorio forense confirmó que el nudo de la soga tenía rastros genéticos de la víctima. Los alegatos de hoy cierran el juicio.

En la soga solo había rastros de Ruth

El juicio contra Claudio Osman, que está imputado por el homicidio de su esposa, Ruth Sagaut, sumó ayer un dato relevante: la directora del Laboratorio Regional de Genética Forense de esta ciudad, Silvia Vanelli Rey, declaró que en el nudo de la soga atada a la reja de una ventana hallaron rastros genéticos de Ruth.

La testigo dijo que en los hisopados de las manos de Osman, que se analizaron, hallaron tres perfiles genéticos. Dijo que no pudieron hacer ninguna comparación de los perfiles genéticos porque la proporción era muy baja.

El fiscal Martín Lozada no le hizo preguntas a Vanelli Rey. Tampoco, los abogados querellantes Alejandro Valdés y Slavko Jankovic. La declaración de la perito sorprendió a las personas que asistieron a la audiencia, que se desarrolló ayer por la mañana.

Osman, de 30 años, escuchó con atención la declaración de la testigo. Después, se sentó frente a los jueces de la Cámara Criminal Segunda, Gregor Joos, Héctor Leguizamón Pondal y Rubén Marigo, para ampliar su declaración indagatoria. Reiteró que no mató a su esposa y que Ruth se ahorcó.

“Desde la noche del 18 de marzo mi vida cambió totalmente”, afirmó el imputado, que portaba un chaleco antibalas, que no se sacó en ninguna de las cuatro audiencias que se hicieron en el transcurso del juicio.

Sostuvo que cuando entró la madrugada del 18 de marzo pasado a la pequeña vivienda que Ruth alquilaba con sus cuatro hijos pequeños, en la calle Cacique Casimiro al 3859 de Bariloche, su esposa tenía una soga al cuello. “Esa persona estaba viva. Si yo entraba diez minutos antes, la salvaba”, aseguró.

“Nunca tuve un perfil asesino. Soy una persona impulsiva para bien, para progresar”, explicó ante el tribunal. El fiscal de Cámara observaba, incrédulo, al acusado.

La acusación fiscal sostiene que Osman mató a Ruth. La hipótesis de la fiscalía atribuye al acusado haber aplicado un golpe en el rostro a su esposa, lo que le provocó un hematoma contuso en el ojo izquierdo y un traumatismo en el puente nasal. Eso explica la presencia de sangre en el cuerpo y en el piso de la vivienda.

Después, según la fiscalía, Osman colocó una soga en el cuello de Ruth y la estranguló hasta matarla. Luego, armó la escena para simular que la mujer de 29 años se había ahorcado. La autopsia estableció que la joven murió por asfixia. A Osman se lo acusa del delito de homicidio calificado por el vínculo y femicidio. El imputado declaró ayer que hace un año y tres meses que se había separado de Ruth.

El imputado se presentó la madrugada del 18 de marzo último en la casa de Ruth, que estaba con su novio Omar Eduardo Pérez. Hubo una discusión fuerte y Pérez invitó a Osman a resolver las diferencias en la calle. Charlaron durante media hora aproximadamente y Pérez declaró que Osman se tranquilizó y hasta se despidieron con un apretón de manos.

Osman le dijo que se iba a despedir de sus hijos y Pérez se marchó hacia el domicilio de unos amigos, distante a unos 150 metros. Unos 15 minutos después, Osman apareció en el domicilio donde estaba Pérez a pedirle ayuda porque Ruth se había ahorcado.

Los médicos forenses y el jefe del gabinete de Criminalística de la Policía provincial, que declararon en el juicio, desvirtuaron la hipótesis del suicidio de Ruth. Familiares y amigas de la joven recordaron los antecedentes de violencia de género que sufrió la víctima. Una amiga de Ruth aseguró que en diciembre pasado, Osman había intentado ahorcar a la joven.

Los alegatos cierran el juicio

“Se va a comprobar que yo no la maté”, aseguró ayer Claudio Osman. Se quejó porque hace 9 meses que no ve a sus cuatro hijos. Es el tiempo que lleva detenido en el penal 3 de esta ciudad porque se lo procesó con prisión preventiva como presunto autor del femicidio de su esposa, Ruth Sagaut. “Mi conciencia está limpia, está tranquila”, aseguró.

“Este juicio se va a basar en las pruebas que se presenten”, sostuvo. Hoy, será el turno de los alegatos del fiscal de Cámara Martín Lozada, los abogados querellantes y de la defensa del acusado. “Hay cuatro personitas que me están esperando”, señaló.

“Que esto se aclare por favor. No quiero escuchar más mentiras”, pidió. Algunos familiares de la víctima miraban, indignados, a Osman. Pero nadie interrumpió la declaración del acusado. La madre de Ruth se aferraba fuerte a la fotografía de su hija. “Si fuera un asesino no me daría la cara para estar acá”, afirmó Osman.

“Quiero salir a gritar: muchachos se equivocaron. Yo la intenté salvar, nada más”, explicó. Dijo que cuando su hija de 10 años le abrió la puerta de la vivienda, Ruth aún respiraba con dificultad, tirada en el suelo.

¿Por qué razón se iba a suicidar Ruth?, le preguntó el juez Héctor Leguizamón Pondal. “Si la veo alguna vez en el cielo, se le voy a preguntar. Hoy no sé por qué lo hizo”, respondió Osman. “Nunca voy a saber cuál fue el motivo”, añadió.


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