En Luro prohiben festejos en el cementerio
Así lo dispone una ordenanza para el Día de Todos los Santos que se conmemora el próximo domingo.
SOCIEDAD
En Pedro Luro están prohibidos los festejos en el cementerio. Una ordenanza municipal así lo estableció hace ya cinco años por los acontecimientos que se sucedían en el cementerio local el Día de Todos los Santos y Los Fieles Difuntos que se recuerda el dos de noviembre.
La proximidad de esa fecha generó que un portal informativo de esa localidad del sur bonaerense, ubicada a 150 kilómetros al norte de la Comarca Viedma Patagones y en dirección a Bahía Blanca, recordara la vigencia de esa disposición que además “prohibe el ingreso de bebidas alcohólicas y comestibles, así como toda reunión en el cementerio de tipo festivo que provoquen disturbios o molestias a los demás”.
La medida está dirigida específicamente a la comunidad boliviana que mantiene una particular costumbre de recordar a sus muertos pero cuyos excesos resultaron chocante para el resto de la población. Por esta razón el domingo habrá controles policiales, de tránsito y de bromatología, según lo anticipó el delegado municipal en Pedro Luro, Fabián Marlia.
En esta localidad dedicada a la producción de la cebolla residen en forma permanente, entre 500 y 700 personas oriundas de Bolivia, que para una comunidad de pocos habitantes es importante, sin tener en cuenta los trabajadores que de aquel país arriban en épocas de cosecha.
Consultado sobre esa ordenanza el cónsul de Bolivia en Viedma con jurisdicción en Luro y la Patagonia, Guido González Paz, no consideró “discriminatoria” esa medida que “tiende a evitar excesos que nada tienen que ver con la cuestión cultural”.
Explicó que el pueblo boliviano y andino, sobre todo, para el Día de Todos los Santos ofrece a sus seres queridos que ya no están la comida que les gustaba en el cementerio, bajo la creencia que “ellos vienen a visitarnos y generalmente se les ofrece el pan para niños con formas de personas y colores. Además se les ofrenda alguna bebida que puede ser alcohol para los varones, la chicha, por ejemplo. Esa es la verdadera concepción cultural de nuestros pueblos que es previa a la época de la colonia, reconocida y respetado por la iglesia católica”.
No obstante, González Paz consideró importante el respeto al otro, al margen de lo cultural, y “ahí la unidad en la diversidad”. En este sentido agregó que con los años “algunos compatriotas y hermanos de otros lugares en vez de respetar esa expresión cultural de ofrendar a nuestros seres queridos y brindar con ellos han hecho de esta expresión de festejo una trasgresión de lo cultural, pasando a la borrachera y descontrol”.
En ese marco interpretó que la ordenanza de Luro tiende a evitar un exceso “porque no es lo mismo ofrendar a un ser querido que extralimitarse en el consumo de bebidas alcohólicas. Como Estado boliviano reconocemos y aceptamos esta expresión cultural, pedimos un respeto por la diversidad pero no podemos pedir lo mismo para los excesos que trasgreden las normas de convivencia básica. Por eso no interpretamos que sea discriminatorio algo que tiende a ser reglamentado. Lo que sí nos parece que debe respetarse es la expresión como uso cultural”.
DeViedma
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