En Neuquén capital quieren veredas más seguras y sin obstáculos

Desde Obras Públicas elevarán dos proyectos para regularizar las aceras, manzana por manzana.

NEUQUEN (AN).- El Concejo Deliberante avanza decididamente en la decisión de declarar de utilidad pública las veredas, con el objeto de obligar a los frentistas a readecuarlas, ponerlas a nivel, volver seguras y libres al tránsito peatonal. El programa arrancaría por el macrocentro, un mosaico de desniveles, escalones y pendientes abruptas.

Este escenario se repite en los barrios y pone en evidencia fallas importantes en el poder de policía de la municipalidad, que debería controlar y hacer cumplir las normas.

La comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante resolvió ayer compatibilizar dos proyectos que apuntan a regularizar la situación de las veredas en la ciudad, los presentados por los ediles Juan Dutto (ARI) y María Angélica Carnaghi (MPN).

El desnivel de un metro de altura que corona la acera de la calle Leloir frente al Concejo Deliberante, estuvo gran parte del tiempo de la reunión en la boca de los miembros de la comisión.

Un edificio recién estrenado la construyó en función de la gente que vive allí pasando por encima de normas y del bienestar de las personas que transitan a diario el lugar. «El municipio no controla y las veredas se hacen mal», insistió Carnaghi. Su propuesta abarca una primera implementación en el circuito comprendido entre las arterias Doctor Ramón-Leloir a la multitrocha, Leguizamón-Jujuy al oeste y Entre Ríos-Bahía Blanca al este.

La presidente de la comisión, Marta Buffolo, propuso organizar el programa manzana por manzana, previo relevamiento de los obstáculos e intimación a los frentistas.

El proyecto arista organiza las tareas de nivelación por etapas y sectores, habilita al municipio a celebrar convenios con organizaciones -cooperativas y gremios de la construcción- si ello facilitara su adecuación a la ordenanza que regla la construcción de las veredas.

Carnaghi anticipó su acuerdo con compatibilizar ambas propuestas apuntando al libre y seguro tránsito de la gente. La discusión proseguirá el martes en comisión, sobre la base de una propuesta consensuada en los aspectos neurálgicos.

La propuesta emepenista da 90 días de plazo a la municipalidad para arreglar las veredas e intimar al frentista a asumir esta responsabilidad. «La comuna puede construir veredas nuevas y refaccionar otras pero a cargo del frentista, como marca la ordenanza», agregó Carnaghi.

Si el frentista tuviera problemas económicos, el proyecto suspende por dos años el cobro del trabajo con una encuesta socio económica previa.


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