En Neuquén, la primera planta de biogás en un relleno sanitario pequeño
El proyecto de crear una planta de biogás en Neuquén está terminado, dijo hace algún tiempo atrás Ricardo Rollandi, Director ejecutivo de la Asociación para el estudio de los Residuos Sólidos (ARS). Fue financiado por la Agencia Ambiental de Estados Unidos (EPA) para la Asociación para el estudio de Residuos Sólidos y Cliba como operadora, porque se trata de fondos que se dan a ONG. Nosotros habíamos presentado tres propuestas distintas y Neuquén fue la ganadora, incluso presentamos esta experiencia en un congreso en Canadá, aclaró Rollandi. Este proyecto es el primero que se realiza en un relleno sanitario de pequeño a mediano en el país, porque normalmente se hacen en grandes centros como Buenos Aires. Con el biogás producido se puede abastecer sólo la electricidad del predio en sí, de las balanzas y la iluminación. Nos pareció suficiente, porque como efecto positivo no se genera metano, que es un gas de efecto invernadero. Además se aprovechan las emanaciones para generar energía y ahorrar del grupo electrógeno el combustible fósil que antes se usaba. Producir biogás es costoso, porque en realidad la electricidad está muy subsidiada. La obra en sí costó 150.000 dólares que fue el financiamiento internacional. Ahora sólo se debe invertir en mantener las instalaciones. En Neuquén esta es una etapa más del proyecto que se tomó hace muchos años con la decisión de una instalación de ingeniería sanitaria, que no hay más de 15 en todo el país con el control sanitario que tiene Neuquén. Sacando estos 15 espacios hay más de 2.000 basurales a cielo abierto en el país. Y el relleno sanitario de Neuquén tiene además la ventaja de tener la napa a muchísima profundidad. No hubiera sido posible hacer esta planta de biogás si no era un relleno sanitario hecho con las reglas del arte, como decimos, como es el de Neuquén.
El proyecto de crear una planta de biogás en Neuquén está terminado, dijo hace algún tiempo atrás Ricardo Rollandi, Director ejecutivo de la Asociación para el estudio de los Residuos Sólidos (ARS). Fue financiado por la Agencia Ambiental de Estados Unidos (EPA) para la Asociación para el estudio de Residuos Sólidos y Cliba como operadora, porque se trata de fondos que se dan a ONG. Nosotros habíamos presentado tres propuestas distintas y Neuquén fue la ganadora, incluso presentamos esta experiencia en un congreso en Canadá, aclaró Rollandi. Este proyecto es el primero que se realiza en un relleno sanitario de pequeño a mediano en el país, porque normalmente se hacen en grandes centros como Buenos Aires. Con el biogás producido se puede abastecer sólo la electricidad del predio en sí, de las balanzas y la iluminación. Nos pareció suficiente, porque como efecto positivo no se genera metano, que es un gas de efecto invernadero. Además se aprovechan las emanaciones para generar energía y ahorrar del grupo electrógeno el combustible fósil que antes se usaba. Producir biogás es costoso, porque en realidad la electricidad está muy subsidiada. La obra en sí costó 150.000 dólares que fue el financiamiento internacional. Ahora sólo se debe invertir en mantener las instalaciones. En Neuquén esta es una etapa más del proyecto que se tomó hace muchos años con la decisión de una instalación de ingeniería sanitaria, que no hay más de 15 en todo el país con el control sanitario que tiene Neuquén. Sacando estos 15 espacios hay más de 2.000 basurales a cielo abierto en el país. Y el relleno sanitario de Neuquén tiene además la ventaja de tener la napa a muchísima profundidad. No hubiera sido posible hacer esta planta de biogás si no era un relleno sanitario hecho con las reglas del arte, como decimos, como es el de Neuquén.
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