En pleno verano, todos los caminos conducen al río

NEUQUEN (AN).- Los meses de verano no sólo son tiempo de disfrute en la costa atlántica. En la ciudad de Neuquén una amplia gama de actividades recreativas atrae tanto a quienes no pudieron irse de vacaciones como a aquellos que ya volvieron. El principal centro de atracción son los tres balnearios de la ciudad, donde todos los fines de semana más de 15.000 bañistas disfrutan de sus aguas bajo la atenta mirada de los guardavidas. Sombrilla, mate y reposera, son los infaltables accesorios para disfrutar de una calurosa tarde en las costas del río Limay. Favorecidos por el buen tiempo que acompañó todo este verano, con días en los que los termómetros superaron los 40 grados, la ciudad no se tornó en un agobio para los nequinos sino más bien en un oasis en medio de la árida meseta patagónica.

Las principales actividades recreativas se realizan en los clubes privados, muchos de los cuales se ubican sobre el río Limay. En ellos se puede aprender a navegar en kayak o canoa e incluso en algunos casos se realizan talleres de deportes de aventura que incluyen clases de palestra y rapel.

Para quienes prefieren disfrutar de la tranquilidad, alejados de los extenuantes deportes, las amplias costas de los tres balnearios de la ciudad -Gatica, Municipal y Río Grande- son la opción más escogida. En estos centros las actividades se reducen a lo que cada uno pueda llevar a la costa, aunque en todos los casos se cuenta con el apoyo de los sesenta guardavidas contratados por la comuna para garantizar la seguridad de todos los presentes.

A los infaltables grupos de amigos se suman las parejas, las familias e incluso los vendedores de churros y facturas, que han hecho de las playas capitalinas una alternativa laboral más que viable. A la par de los bronceadores y las sombrillas, las confiterías ubicadas sobre la costa de Río Grande son el refugio especial al que muchos bañistas recurren cuando el sol agobia, o simplemente cuando se aburren de tanta agua. No obstante cuando el sol cae, y también cuando el clima no acompaña, las actividades se trasladan hacia el centro de la ciudad, donde las plazas y bares se convierten en los ejes principales del entretenimiento veraniego.

Mientras que en la costa del río lo principal son las reposeras, los bronceadores que perfuman el aire, y uno que otro tereré, en el centro de la ciudad las facturas y la familia cobran una central importancia.

Ya sea sentados al costado del auto, en alguno de los bancos o sobre el césped, los espacios verdes cobran vida de la mano de las cientos de personas que a diario se apropian de ellos dándoles una identidad completamente distinta a la que tienen durante el resto del año.

En Neuquén las caminatas, los paseos en bicicleta y las charlas de amigos en la plaza, son una parte importante del verano, que desde hace un par de días parece haber contagiado a los enamorados que de a poco están copando los distintos puntos de la ciudad.

Ya sea con con un grupo de amigos, en familia o en pareja, haciendo deporte o descansando, la ciudad ofrece una amplia gama de opciones para todas las edades y gustos.