En tres años, más de 230 renuncias en Salud Pública

La mayoría migró a la medicina privada. Del total, el ochenta por ciento es profesional.

NEUQUEN (AN).- Desde enero de 2004 hasta enero de este año, un total de 233 trabajadores de Salud renunciaron a los cargos que ocupaban en el sistema público de Neuquén. De esa cifra, el 80 por ciento son profesionales de distintas disciplinas que en su mayoría se integraron al sistema de medicina privada.

Los datos fueron revelados por los diputados del bloque ARI-PI de la Legislatura neuquina, Carlos Moraña y Beatriz Kreitman, a partir de información oficial que surge de un relevamiento en nosocomios y centros de salud provinciales.

La fuga de profesionales comenzó en 2004 cuando emigraron 44 trabajadores, creció al año siguiente con más de 70 renuncias y llegó a su pico el año pasado cuando se superó los 100.

«De mantenerse la misma tendencia en el 2007, las bajas podrían extenderse a 145 en toda la provincia!», afirmaron los legisladores neuquinos en un informe al que accedió «Río Negro».

«Estamos asistiendo nada más y nada menos que a la destrucción del sistema público de salud de la provincia», afirmó Kreitman a «Río Negro».

Una suerte de ranking de renuncias por especialidad revela que las mayores frecuencias correspondieron a médicos generalistas (28), enfermeros profesionales y licenciados (22), anestesistas (16), kinesiólogos (14) y cirujanos (12). Entre los no profesionales «los auxiliares de enfermería representan la mayor proporción de pérdida de recursos humanos pues el 34 por ciento de los renunciados tenía esa actividad.

«Este problema pareciera estar afectando no sólo a los hospitales de máxima complejiidad, sino sobre todo a las localidades del interior y el primer nivel de atención: el 53% de estas renuncias (125) se produjeron en hospitales y centros de salud del interior», explicaron.

Para Kreitman esta cuestión no es menor: «en las localidades del interior se produce el desguace de todo el sistema y el daño es más grande porque la gente sólo cuenta con el sistema público. No es lo que mismo que en Neuquén, que a pesar de la gravedad, sigue contando con la alternativa de concurrir a la medicina privada», dijo la diputada.

Moraña, en esa línea, advirtió que «estas mismas localidades del interior han sido las más perjudicadas por la decisión gubernamental (a partir del año 2002) de vender las viviendas institucionales, incluidas las de salud».

Los diputados presentaron a este diario un nómina completa con los nombres, los cargos y la fecha de baja de cada uno de los 233 trabajadores de salud, documentación que acompañaron con una serie de pedidos de informe que, en su mayoría, jamás fueron respondidos por las autoridades.

«Si hiciéramos una encuesta quedaría en evidencia que las renuncias están ligadas a los malos salarios que hay en Salud, un sistema del que decididamente el Estado se ha ido retirando», agregó la diputada.

«Ni desde la postura más acrítica y moderada alguien podría afirmar que esta situación no es síntoma de un deterioro profundo y doloroso del sistema, pues resulta impensable que una organización pueda estar bien si parte de sus integrantes la abandonan con muy escasas posibilidades de recambio en el recursos humano», concluyeron Moraña y Kreitman.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios