En «un solo corazón», la UCR se abroquela
Estrategia electoral: defender al gobierno de Saiz, atacar a Kirchner
SAN ANTONIO OESTE (ASA)-. Defender su gobierno provincial.
Cuestionar al presidente Néstor Kirchner por no cumplir con promesas de obras públicas en la provincia.
Estas son dos de las patas de la estrategia que para avanzar hacia las elecciones parlamentarias del 2005 ejecutará el radicalismo.
La decisión fue asumida ayer durante la Convención del partido que se concretó en San Antonio Oeste.
El gobernador Miguel Saiz y su antecesor Pablo Verani –
los hombres con mayor poder en el frente interno partidario- fungieron de voceros de la decisión.
Cabe recordar que días atrás este diario adelantó que la conjunción gobierno-radicalismo pondría en marcha una estrategia electoral estructurada en lo que ayer fue definido en San Antonio Oeste.
La cohesión interna que siente el radicalismo quedó expresada ayer por el gobernador Saiz cuando aseguró que «ya no hay colores en el partido, hay matices, pero nada nos separa».
El arma que utilizará la UCR en la pelea la aportó Verani. Apuntó a la necesidad de salir casa por casa para apuntalar al gobierno actual y también para combatir los altos índices de adhesión que el gobierno nacional cosecha en las distintas provincias y que podrían ser capitalizados por el siempre derrotado justicialismo rionegrino. «En octubre del 2005 no se va a plebiscitar la gestión del gobernador Saiz, sino que se va a plebiscitar la actitud de militancia de cada uno de nosotros. Nadie se podrá hacer el chancho rengo si es que tenemos un traspié», instó el ex gobernador en la siesta de ayer, en un caluroso acto desarrollado en la Escuela Nº 6 de esta ciudad que finalizó cerca d las 15:30 en ese establecimiento educativo.
Tras la palabra de Verani, Saiz pareció sentir firme el apoyo partidario y optó por pasar al centro de la escena. Con más seguridad que la demostrada segundos antes cuando se instaló entre las nuevas autoridades de la Convención, Saiz se posicionó frente a los casi doscientos radicales que lo escuchaban. Enumeró largamente las realizaciones del gobierno área por área destacando el resurgimiento de las economías regionales, la recomposición salarial, el mejoramiento de la infraestructura hospitalaria y haciendo especial hincapié en la anunciada reactivación de Hiparsa. No desaprovechó la oportunidad y cuestionó a la Unter por el próximo paro del 30 de noviembre y también a los medios por resaltar «que en los hospitales se rompió un vidrio o se levantó un cerámico y no que la salud provincial fue la responsable de que se salvaran cuatro vidas tras la tragedia de Patagones o que al ex funcionario menemista Carlos Kohan se le salvara una pierna cuando sufrió un accidente en cercanías de Viedma».
Finalmente Verani pidió que se declare la amnistía para aquellos afiliados que integraron otras fuerzas. Quienes participaron de cargos electivos en otros partidos y soliciten que se mantenga su afiliación a la UCR podrán hacerlo, pero no se les computará su antigüedad. La moción de Verani fue aprobada por unanimidad.
Y con mucho calor, bombo de gastado parche y mucha pasión radical, cerró la Convención.
Análisis: Ganar y ganar
Con ganas de ser implacables a la hora de dirimir poder en las urnas.
Este fue el espíritu con que el radicalismo rionegrino llegó y salió ayer de esa liturgia anual que llama Convención. Un ánimo y proyecto que se tradujo en discursos y expresiones a lo largo de toda la reunión.
Y no es aventurado creer que el radicalismo pueda ganar las elecciones parlamentarias del 2005 y posiblemente las generales del 2007.
Varios son los factores que lo habilitan en ese sentido: el partido está fuertemente cohesionado y el gobierno del cual es viga maestra tiene problemas de calidad de gestión, pero no se agotó su tiempo para corregir rumbos. Por lo demás, desde lo fiscal respira con tranquilidad.
Pero la estrategia electoral del radicalismo se funda en un estímulo muy añejo que trasciende realidades de la coyuntura. Se trata de la necesidad de defender a todo o nada la extensa y compleja madeja de intereses personales que se tejieron por pertenecer al partido gobernante.
Hay cientos de destinos personales que navegarán a la deriva si el radicalismo pierde el poder. Hay mucha gente que encontró un destino en la vida bajo el toldo del presupuesto provincial.
Todo un mundo de dependencias y algo de convencimiento político, para el cual no hay otra opción que ganar y ganar.
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