En una escuela pusieron caloventores pero se derritieron
Sin clases en una primaria de Chos Malal que tiene rota la caldera
Juan Carlos Parada
Los artefactos duraron muy poco y la calefacción sigue descompuesta.
CHOS MALAL (ACHM).- La Escuela Primaria 327 de Chos Malal no puede asegurar la continuidad de las clases a los 800 alumnos que concurren al establecimiento porque los problemas de calefacción no se solucionan: los caloventores que habían instalado comenzaron a derretirse a poco de ponerse en funcionamiento por lo que otra vez están sin actividades. Por otra parte los padres detectaron que los matafuegos se encuentran en muchos de los casos vencidos desde abril. Para toda la comunidad educativa de esta escuela, el presente ciclo lectivo se ha transformado en una odisea. La calefacción no funciona y por mas que se han hecho reparaciones, el tema no ha podido ser solucionado, y en lo que va del año han debido interrumpir en reiteradas oportunidades las clases y las soluciones de fondo no llegan. Los problemas con las calderas vienen del 2010 pero se agravaron el mes pasado lo que motivó que en varias oportunidades debiera interrumpirse la actividad escolar. A falta de soluciones concretas para las calderas del edificio escolar, la última decisión que se adoptó fue la compra y colocación de 22 caloventores, dos por aula y ayer las clases se habían retomado, pero grande fue la sorpresa cuando los mismos comenzaron a derretirse. Además de no calefaccionar lo suficiente y estar colocados muy cerca del techo, el derretimiento de los caloventores hizo que las clases volvieran a suspenderse, por lo que los problemas lejos de solucionarse se agravan aún más. Los padres se acercaron a la escuela y comenzaron a retirar a sus hijos y los directivos se quejan de que las soluciones definitivas no llegan. Reclaman a las autoridades del Distrito V de Educación, con asiento en esta ciudad, que se dé una solución concreta al tema de las calderas. Los padres aseguraron que están cansados de que sus hijos pierdan días de clases cuando en realidad el estado debe garantizar que las escuelas estén en condiciones para que sus hijos accedan a la educación. “Observamos atónitos y perplejos como se invierte en cosas que lejos de transformarse en una solución origina sólo un gasto que pagamos todos”, agregaron en referencia a los caloventores. Para los padres fue una “suerte” que se haya detectado de los caloventores se estaban derritiendo, caso contrario podría haber ocurrido un accidente. Entre las alternativas que propuso un grupo de padre está adelantamiento de las vacaciones de invierno.
Juan Carlos Parada
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