Encarnó la 'tercera vía' laborista

El primer ministro británico, Tony Blair fue el artífice del regreso del laborismo al poder, tras 18 años de hegemonía conservadora, así como del abandono de la ideología socialdemócrata ortodoxa que distinguió a su partido durante el siglo XX, moviéndolo hacia el centro.

Tomó la riendas de un Partido Laborista herido y lo llevó al triunfo electoral de 1997 y a otras dos sucesivas victorias en 2001 y 2004, pero su pensamiento de un «Nuevo Laborismo», que captó el voto de sectores más amplios de la sociedad . Blair fue tributario de las teorías del sociólogo Anthony Giddens, un pensador que acuñó la expresión «tercera vía» para definir la armonización de valores tradicionales de la centro-izquierda, como la solidaridad y la justicia social, con otros del libre mercado, como la reducción del intervencionismo estatal. Con sólo 43 años, se convirtió en el primer ministro más joven de Gran Bretaña en dos siglos y en el laborista que más tiempo permaneció en el poder, más de 10 años .

El anuncio de su dimisión abrió ya un debate acerca del legado de este dirigente nacido hace 54 años en Edimburgo, Escocia, y educado en Oxford. En el balance de su gobierno figurarán como logros la fijación del salario mínimo, la independencia del Banco de Inglaterra y la instauración de parlamentos propios en Gales y Escocia, así como fuertes inversiones para mejorar la educación y salud públicas en el marco de una economía estable y próspera. Para muchos , el mayor mérito de su gestión fueron los progresivos avances para pacificar a la devastada Irlanda del Norte, proceso que se coronó con la reciente instauración de un gobierno de unidad

Sus críticos no le perdonan haber embarcado a su país en la guerra de Irak, su negativa a retirar a sus tropas de es país árabe, como tampoco su fama de «perro faldero de Bush». Este desgaste por una guerra muy impopular fue el que finalmente definió su retiro del poder. (Télam)