Encierran a un taxista en el baúl y casi lo queman
Fue en Allen. Lo amenazaron con un arma, le robaron 30 pesos y lo golpearon antes de huir.
ALLEN – Un taxista allense fue atacado por dos delincuentes, quienes le robaron 30 pesos, lo golpearon y lo encerraron en el baúl del auto. Pero lo peor ocurrió cuando los ladrones comenzaron a discutir, mientras el chofer estaba encerrado. Uno de los malvivientes insistía en incendiar el vehículo, mientras que su compañero se oponía. Finalmente se fueron con la plata sin concretar el incendio.
El chofer esperó varios minutos para asegurarse de que sus atacantes se hubieran ido y luego salió empujando el respaldo del asiento trasero, que estaba sujetado sólo con un tornillo por si le tocaba vivir una situación como la que le tocó ayer.
Lo que con el correr de los minutos se transformaría en una pesadilla para Sergio Sandoval, chofer de la empresa «Telemóvil» de Allen, comenzó alrededor de las 4.30 de ayer.
Dos personas subieron al Fiat Duna de Sandoval en una de las plataformas ubicada entre las calles Orell y Mitre, en el área céntrica.
El primer destino, según le habrían manifestado, fue hacer un recorrido interno por la ciudad, lo cual habría sido una estrategia para no alertar a la base ni a sus compañeros de labor.
Sin embargo, con el correr de los minutos, los jóvenes -que en todo momento actuaron a cara descubierta- desnudaron sus intenciones. Tomaron por el cuello al chofer y con un arma le apuntaron directamente a la cabeza, según narró el propietario del vehículo, Sandro Orellano.
«Hacia la costa», le habrían ordenado inmediatamente los malvivientes, lo cual tomó por sorpresa al chofer que al percatarse de la situación no habría tenido tiempo de dar alguna señal de alerta.
Los delincuentes se movieron rápidamente y arrancaron uno de los elementos de la radio con que se comunican los taxistas en este tipo de situaciones, por lo cual Sandoval quedó incomunicado, se informó además.
«Por la ruta 22 recorrieron unos 14 kilómetros hasta la zona de Guerrico», según informó Orellano. Una vez allí hicieron desviar el vehículo hacia una calle interna en el área de chacras, a unos 400 metros aproximadamente de la ruta.
Posteriormente le exigieron la recaudación, lo patearon, y luego decidieron abandonarlo encerrado en el baúl del Fiat Duna.
No obstante, la angustia y desesperación de Sandoval se precipitó de golpe cuando escuchó una fuerte discusión entre los delincuentes, ya que uno de ellos habría insistido en prender fuego el automóvil. Afortunadamente desecharon tal maniobra, aunque antes de retirarse le advirtieron que se quede allí y no avise a nadie.
El chofer sólo atinó a permanecer quieto, hasta no estar seguro de que los individuos se habían alejado del lugar.
Por esos momentos, alrededor de una quincena de sus compañeros de trabajo, que intentaron comunicarse con él y no pudieron lograrlo ya que el equipo esta desconectado, sospecharon sobre la suerte que estaría corriendo el taxista.
Junto a móviles de otras empresas que se sumaron, pusieron en marcha la búsqueda.
Finalmente Sandoval pudo correr el asiento trasero del taxi, que el mismo propietario había dejado con los tornillos flojos temiendo una situación como la ocurrida ayer, y salió por esa abertura. Recompuso el sistema de radio y dio aviso a la base sobre lo sucedido. Inmediatamente fue encontrado. Hasta anoche no había detenidos.
Vuelven a plantear la inseguridad
ALLEN .- Los riesgos y la inseguridad a que quedan expuestos los taxistas, han sido expuestos en muchas oportunidades. Sin embargo ante cada nuevo hecho, las quejas y reclamos vuelven a surgir con fuerza, y sólo por un tiempo el tema se instala en el debate.
«Otra vez vuelve el tema de la inseguridad, pero para nosotros es cosa de todos los días, cada noche salimos y no sabemos qué va a pasar, si vamos a volver», comentó un taxista de la misma empresa de Sandoval. «Sabemos que quizá no se justifique correr semejante peligro por tan poca plata, pero qué vamos a hacer si algunos con esto tenemos que comer», coincidió otro. La preocupación que invadió a decenas taxistas de Allen, dejó al desnudo el temor que se genera entre ellos al salir a trabajar.
ALLEN - Un taxista allense fue atacado por dos delincuentes, quienes le robaron 30 pesos, lo golpearon y lo encerraron en el baúl del auto. Pero lo peor ocurrió cuando los ladrones comenzaron a discutir, mientras el chofer estaba encerrado. Uno de los malvivientes insistía en incendiar el vehículo, mientras que su compañero se oponía. Finalmente se fueron con la plata sin concretar el incendio.
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