El nuevo Plan Gas: El precio está, lo que falta es la letra chica

Al escucharlo de la boca del presidente Mauricio Macri, las empresas respiraron aliviadas: el gobierno garantizó un precio de estímulo a la producción de gas en formaciones no convencionales.

Lo que se acordó es sostener el precio de 7,5 dólares el millón de BTU en 2018, e ir descontando 50 centavos de dólar en los años consecuentes hasta dejarlo en 6 dólares. En el 2021, según este esquema, el precio del fluido quedará fijado por oferta y demanda.

Hasta allí, todos acuerdan. El problema es qué requisitos impondrá el gobierno para que las empresas accedan a este precio subsidiado, que colocará al gas argentino entre los más caros del mundo.

Un ala del gobierno aspira a un esquema similar al de ahora: todo metro cúbico incremental tendrá ese precio. Pero el ministro de Energía, Juan José Aranguren, adelantó el martes que un requisito podría ser el adelantamiento de los planes de desarrollo de las empresas.

En Neuquén existen una decena de pilotos de gas en distintos bloques. Son proyectos que recién pasarán a una etapa masiva de explotación en cinco años. El ministro pretende que con este precio garantizado las firmas asuman más riesgo y aceleren esos desembolsos. De ocurrir esto, el movimiento productivo en la cuenca crecería exponencialmente, así como el desarrollo de gas.

Pero en el sector todavía nadie se apura. Consultado por este tema, el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez dijo a “Río Negro” que no hay que adelantarse y que aún falta la letra chica. De forma elíptica, el ejecutivo mostró cierta resistencia a que el requisito para acceder al plan sea el adelantamiento de inversiones.

Otra idea que circula en las oficinas de Energía es promover los contratos de bloques de gas de mediano plazo con un precio de oferta garantizado. Esto sería ensayar una suerte de libre mercado con la garantía estatal del valor de gas.

Lo interesante de esta última opción es que convertiría a los subsidios en algo más predecible, y alentaría a las empresas a producir más para poder cubrir el 30% del gas que se importa.

La discusión sobre cómo se cerrará ese plan todavía está abierta, aunque hay expectativa de que habrá acuerdos antes de fin de mes.