La interna que puede paralizar Vaca Muerta

Las internas del sindicalismo tradicional suelen terminar en las páginas policiales de los medios de prensa. La Uocra de Neuquén tiene antecedentes que lo confirman. La actual crisis que atraviesa el gremio en la provincia, una disputa agravada por el control de los puestos laborales que promete Vaca Muerta, tiene todos los condimentos para repetir la historia.

Lo que empezó como una disputa por la sucesión de Víctor Carcar, capturado por la justicia tras un año y medio de estar fugado, terminó en un gigantesco conflicto de intereses que se tiñó con la política provincial.

El sindicato se dividió entre el sector de Juan Carlos Levi, dirigente con presencia territorial en Añelo y otras zonas petroleras, y Juan Ángel Godoy, con base en Rincón de los Sauces pero sin armado territorial. “El Rancho”, como se lo conoce a Godoy, sumó fuerzas de un sector radicado en Cutral Co, en parte vinculado a la política de esa ciudad.

En paralelo la Uocra nacional, dirigida por Gerardo Martínez, envió como interventor a Damián Miler, un dirigente de Viedma. Miler logró asociarse con Godoy y se mantuvo distante con Levi, a quien vinculan con el gobierno provincial.

Luego de reuniones en Buenos Aires, de la que participaron funcionarios de Trabajo e Interior nacional, se acordó una transición que derive en la elección de nuevas autoridades. Sin embargo la puesta en marcha de uno de los proyectos de gas más importantes en Vaca Muerta dinamitó los acuerdos.

La petrolera del grupo Techint, Tecpetrol, inició en junio un megadesarrollo en el área Fortín de Piedra, ubicado entre Añelo y Cutral Co. La magnitud de la inversión necesita de un rápido despliegue de obras civiles, por lo que la compañía acordó con el gremio y el jefe comunal de Añelo, Darío Díaz, un mecanismo para cubrir 1.200 puestos de empleo.

Los enfrentamientos por la distribución de la bolsa laboral llevó a nuevas negociaciones. Incluso un alto funcionario del gobierno neuquino se reunió cara a cara con Martínez para cerrar las diferencias. Tuvo éxito. El acuerdo fue dividir en partes iguales los ingresos y que sea la subsecretaría de Trabajo provincial la que avale los listados.

Pero todo volvió a cero.

Desde el sector de Levi denunciaron que el interventor, Miler, ingresó un listado no consensuado de trabajadores y que la empresa aceptó. Además aseguraron que entre los 60 operarios presentados, muchos de ellos tienen una relación política con el partido gobernante de Cutral Co.

Otro de los puntos de ruptura denunciados fue que un sector de la conducción nacional de Uocra buscaría abrir un espacio para traer trabajadores de otras partes del país donde la construcción tiene menos oportunidades. “Querían meter 200 tipos de la Matanza”, expresó una de las fuentes consultadas.

Por su parte Miler dejó la provincia para participar de reuniones con funcionarios nacionales y dirigentes de su gremio. Desde su sector apuntan contra el gobierno provincial de querer sacarlo de la provincia.

En las últimas horas las posiciones eran intransigentes. Desde el sector de Miler rechazan que sea la subsecretaría de Trabajo provincial la que avale los listados de acceso. Dicen que esto sentaría un precedente adverso para el sindicato en todo el país. Desde la vereda de enfrente aseguran que no hay otra opción.

En números

Energía Sindicatos