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TGS tomará la decisión final de inversión para su proyecto de exportación de GNL

La compañía comenzará a definir el futuro de la planta de Gas Natural Licuado los próximos meses. Tendrá una capacidad de producción de 1 millón de toneladas por año y demandará hasta 30 meses de construcción.  

La transportista del Grupo Pampa Energía, Transportadora Gas del Sur (TGS), confirmó que entre septiembre y octubre de este año tomarán la Decisión Final de Inversión provisoria (FID, por sus siglas en inglés) para su proyecto modular de exportación de Gas Natural Licuado (GNL). Así lo confirmó CEO de la firma, Oscar Sardi.

«Nuestro proyecto es tener un FID provisorio para septiembre – octubre de este año y un FID final con una ingeniería importante que defina con claridad los números para marzo – abril del año que viene«, precisó Sardi, en la presentación que realizó durante la Argentina Oil&Gas Patagonia 2022, que se realizó en Neuquén.

Se trata del proyecto que anunciaron a principios de año, pero que vienen diseñando hace un puñado de años, con el que buscan crear un modelo a escala de exportación de la mano del gas de Vaca Muerta. El objetivo es instalarlo en el puerto de Bahía Blanca y tendría una capacidad inicial de producción de 1 millón de toneladas del combustible por año.

Estamos trabajado para que el GNL pueda salir del puerto a un valor que permita competir con cualquier productor del mundo».

Oscar Sardi.

El plazo de obra y puesta en marcha tiene un tiempo estimado de 2 años y medio, con lo cual, de comenzar en el primer trimestre del año que viene estaría en marcha a principios de 2026. Sería la segunda experiencia del país, tras el fallido intento de YPF durante la gestión de Miguel Gutiérrez.

«Si esto se concreta finalmente, entendemos que en el término de 24 a 30 meses como máximo tendríamos que tener una planta de licuefacción en el puerto de Bahía Blanca para que el gas argentino pueda salir al mundo», añadió Sardi.


Mercado y precios para hacer viable el desarrollo


Para hacer viable el proyecto, desde TGS precisaron que necesitan un precio de salida del puerto del GNL que no supere los 8 ó 9 dólares. Con ese valor, que incluiría el precio en boca de pozo, transporte, peaje por planta y flete, sería suficiente para competir en el mercado.

Esa estimación de precio sería para competir en un mercado que tenga precios más bajos que los actuales, que para el próximo invierno argentino están en el orden de los 60 dólares por millón de BTU. Lo que se busca es un precio que sea viable cuando el mercado se estabilice y, por consiguiente, los precios bajen.

En números

9 dólares
sería el precio máximo que tendría que tener el producto para que sea viable

La salida que pensamos en Bahía Blanca no debería ser superior a los 8 ó 9 dólares. Con ese valor entras al mercado, hoy seguro, pero pensando en más adelante, entras al mercado con seguridad”, precisó.

Desde la empresa señalaron que el proyecto es viable, incluso teniendo en cuenta que hay por lo menos tres meses que la planta no va a operar en su plena capacidad por el consumo interno del país. Hay que tener en cuenta que el gas llegaría a la planta por las mismas redes de transporte que se utilizan para el abastecimiento interno.


Los detalles del proyecto de GNL


El objetivo es emplazar una planta modular licuefactora de gas en el puerto de Bahía Blanca con una capacidad de producción de 1 millón de toneladas anual del combustible. La idea es que sea escalable hasta alcanzar las 4 millones de toneladas anuales de generación.

En núneros

4
millones de metros cúbicos de gas por día necesitaría la planta para producir 1 millón de toneladas de GNL por año.

Para la producción de 1 millón de toneladas anual, la planta necesitará abastecerse con 4 millones de metros cúbicos de gas por día, y es escalable en las mismas proporciones, con lo cual, para el proyecto final de 4 toneladas anuales se necesitarán 16 millones de metros cúbicos de gas diarios.

Según valores de mercado, cada módulo tendría un valor estimado de unos 500 millones de dólares. Remarcaron también que se necesitan contratos a largo plazo de entre 15 a 20 años, principalmente pensando en los compradores, teniendo en cuenta que la producción, incluso en el proyecto final, es baja comparada al resto de la oferta.


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