Último año para las lámparas halógenas

Luego del 31 de diciembre no se podrán importar ni comercializar y serán reemplazadas por las de tecnología led. En la ciudad de Neuquén el Municipio hace punta de lanza con el recambio de las luminarias públicas y también los semáforos.

Con sustento en la idea de reducir los consumos de energía y lograr ciudades amigables con el ambiente, desde el 31 de diciembre de este año quedará prohibida en todo el país la importación y venta de lámparas halógenas fomentando así el uso de la tecnología led.

Las políticas públicas que intentan cambiar los hábitos en el consumo de energía eléctrica comenzaron hace ocho años cuando se prohibió la comercialización de las viejas lámparas incandescentes, las “bombitas”, y se aceleró el ingreso de las fluorescentes compactas o de “bajo consumo”, dejando atrás a las más ineficientes, las halógenas.

Más allá de que la medida tiene impacto nacional, en la ciudad de Neuquén ya se ven lugares que vienen adaptándose al cambio de hábito por los costos de las tarifas y además por las políticas públicas impulsadas.

Según el Secretario de Modernización de Neuquén, Rubén Etcheverry, “en la ciudad se viene ejecutando desde hace unos años con el recambio de las luces en la vía pública y de a poco se implementan dentro de cada uno de los hogares como son los edificios en construcción”.

Comprar una lámpara halógena de 450 lumens puede costar 30 pesos, mientras que una led del mismo tipo y marca estándar ronda los 60 pesos. “Una lámpara led tiene una vida útil diez veces mayor que una halógena y un consumo seis veces menor. El ahorro que se lograría generar en un hogar por el reemplazo de la totalidad de las lámparas halógenas es destacado si se tienen en cuenta los precios de las tarifas y además el alcance de la luz”, comentó Esteban Ruiz, un técnico y asesor de una casa de iluminación de esta ciudad.

La decisión tomó fuerza el 12 de diciembre pasado cuando el Senado convirtió en ley el proyecto que prohibe la importación y comercialización de dichas lámparas. Se trató de una iniciativa del diputado Juan Carlos Villalonga (PRO) la que implicó una modificación en la ley 26.473 que limitó a partir de 2010 los usos del tipo de iluminación halógena.

Si bien el proceso para lograr el recambio será gradual y en el mercado siguen estando disponible todas las opciones, los especialistas afirman que permitiría dejar de emitir 1.700 toneladas de dióxido de carbono al año, principal gas de efecto invernadero. Por otro lado, logrará reducir la demanda de energía eléctrica en los sectores residenciales, comerciales y públicos. “Los beneficios en este reemplazo son variados, el primero es la cantidad de consumo de energía ahorrado y luego las característica propias del producto como son su capacidad lumínica y duración”, afirmó Etcheverry.

En su momento, Villalonga aclaró que la iniciativa “no tiene impacto en términos de empleo ya que la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas la respaldan”.

Así, dentro de los fundamentos el nuevo artículo dos de dicha norma sostiene que “el Poder Ejecutivo nacional podrá dictar las medidas necesarias para facilitar la importación, insumos, componentes, partes y/o equipamiento necesario para la producción de lámparas de bajo consumo y tecnología led, reduciendo o liberándolos de gravámenes y tributos de importación a través de las facultades que le fueran conferidas en el Código Aduanero”.

En números

Electricidad Energía

Datos

6 veces
menor es el consumo de una lámpara led en comparación con una de tipo halógena y tiene mayor vida útil.

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