Enérgico reclamo por obras demoradas en Bariloche
En el edificio no hay espacio para toda la matrícula.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La comunidad educativa de la Escuela 324, de Villa Los Coihues, denunció públicamente a las autoridades educativas y no descarta recurrir a la justicia en amparo por la demora en las obras de ampliación del establecimiento que ya no puede albergar a la creciente matrícula del barrio. La escuela tiene 215 alumnos que se reparten entre los turnos mañana y tarde para cursar los distintos grados de primaria en las pocas aulas disponibles y la comunidad educativa aguarda con ansiedad la construcción de los dos salones proyectados para albergar a los niños que hoy cursan el preescolar. Tanto las autoridades de la escuela como los padres autoconvocados presentaron sendas notas a la delegación Regional de Educación reclamando la realización de las obras comprometidas en setiembre de 2010 y licitadas en abril de este año, pero hasta el momento no recibieron ninguna precisión sobre el comienzo de los trabajos. “El inicio de obras es urgente porque a fin de año, si no están las aulas, van a quedar 10 chicos afuera y vamos a tener que sortear las vacantes”, señaló a “Río Negro” Nahuel Campitelli, uno de los padres que integra el grupo de autoconvocados. Los alumnos que no ingresen tendrán que trasladarse varios kilómetros para cursar la primaria ya que en esa zona del oeste urbano la mayoría de las escuelas están sobre el límite de sus capacidades. El establecimiento cuenta con una sola aula de Jardín de Infantes, con baño, pese a contar con dos salas de 5 años que reúnen unos 60 alumnos. “La segunda sala funciona en una de las aulas de la primaria, utiliza el baño de la primaria y le tuvimos que cortar las patas a los bancos para que se adapten”, explicó Campitelli. “La escuela es hermosa pero no cumple con las expectativas para tantos chicos”, aseguró la directora Jorgelina Mazzucco. La docente detalló que “cuando yo llegué, en 2006, eran 80 muchachitos y ahora tenemos 215, y quedan afuera un montón. En 2007 abrimos la sala de tres (años) con 30 chicos y al año siguiente tuvimos que cerrarla porque nos superaron los de cinco”. Las falencias no se limitan al sector de preescolar. El edificio no cuenta con espacios comunes para recreación y educación física de los chicos, algunas aulas son chicas y el baño destinado a las niñas, compartido con una de las salas de Jardín de Infantes, sólo cuenta con dos inodoros. Los padres recordaron que, cuando se levantó el primer edificio, en 1994, el proyecto incluido en el plan del Pacto Federal contemplaba la construc- ción de una escuela entera con gimnasio y jardín de infantes. En 2001 se amplió la capacidad con la inauguración de dos salones, en 2007 se sumó el lavadero y un año después se comenzó a gestionar la construcción completa.
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